MÁRTIR DE LA LIBERACIÓN AFRICANA

Patrice Lumumba

Por Rodolfo G. Módena

El 17 de enero de 1961, hace 55 años, era asesinado Patrice Lumumba, líder de la independencia congoleña, prócer y mártir de la liberación africana.

Patrice Émery Lumumba había nacido el 2 de julio de 1925 en el territorio africano ocupado por la colonialista Bélgica, conocido por entonces como el Congo Belga. De formación cristiana y fuerte sentimiento patriótico, en 1958 lidera la constitución del Movimiento Nacional Congolés para la lucha por la independencia. El movimiento nacionalista es reprimido por las fuerzas belgas y Lumumba detenido en enero de 1960. Pero, entonces, Bélgica decide otorgar la Independencia a su colonia en una maniobra sorpresiva y tramposa que pretendía condicionar al naciente país desde su cuna.

En tales circunstancias, y en el contexto de las crecientes luchas de los pueblos africanos y el proceso de descolonización abierto tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y la creciente influencia de la Unión Soviética y el campo socialista, el Movimiento Nacional Congolés gana las elecciones de mayo de 1960 y Lumumba asume como Primer Ministro de la República Democrática del Congo el 24 de junio de ese año.

Pero, inmediatamente, el nuevo gobierno enfrenta un movimiento separatista en la sureña y rica provincia minera (cobre, cobalto, estaño, uranio y diamantes) de Katanga, con apoyo de la CIA y la inteligencia belga. Entonces, Lumumba solicita apoyo militar a la Unión Soviética, pero se precipita un Golpe de Estado orquestado por la CIA y el futuro dictador Mobutu lo desplaza del gobierno el 14 de setiembre de 1960.

Lumumba resiste, pero es puesto bajo arresto domiciliario, logra fugarse para reorganizar la resistencia, pero es apresado y asesinado en presencia de agentes del espionaje belga y norteamericano (hecho reconocido a la postre por los propios gobiernos de Bélgica y EEUU).

A propósito, dijo el Che en su memorable Discurso de Argel del 24 de febrero de 1965: “Es la bestialidad imperialista, bestialidad que no tiene una frontera determinada, ni pertenece a un país determinado. Bestias fueron las hordas hitleristas, como bestias son los norteamericanos hoy, como bestias son los paracaidistas belgas, como bestias fueron los imperialistas franceses en Argelia” (…) “Ahora, en ese Congo tan lejano a nosotros y sin embargo tan presente, hay una historia que nosotros debemos conocer y una experiencia que nos debe de servir. El otro día los paracaidistas belgas tomaron por asalto la ciudad de Stanleyville, masacraron una cantidad grande de ciudadanos, y como acto último, después de haberlos ultimado bajo la estatua del prócer Lumumba, volaron la estatua del ex presidente del Congo. Y la estatua que recuerda a Lumumba, hoy destruida pero mañana reconstruida, nos recuerda también en la historia trágica de ese mártir de la revolución del mundo, que no se puede confiar en el imperialismo, pero, ni tantito así, ¡nada!”