LA RESTAURACIÓN NEOLIBERAL

100 días de Macri

Devaluación, endeudamiento y escalada inflacionaria. Oleada importadora, despidos masivos, tarifazo y recesión. Represión, quita de retenciones, relaciones carnales y desinversión. Decretazo, auge agroexportador, gobierno de los monopolios y financierización. Política del miedo, ajuste, vaciamiento y genuflexión. Los primeros 100 días de Macri buscan escarmentar y agobiar a las grandes mayorías. Es la respuesta del imperialismo dirigida a una Nación que bajo el liderazgo de Néstor y Cristina osó confrontar con los Estados Unidos y construir un proyecto de soberanía con profundas realizaciones para el conjunto de los trabajadores y el pueblo.

La rendición incondicional frente a los fondos buitre corona la monumental entrega del país consumada en tan sólo tres meses. Singer y compañía recibirán 4 dólares por cada dólar en su poder. Sin embargo, el riesgo mayor es que este “acuerdo” habilite el reclamo del 93% de los acreedores (recibieron 0,30 centavos por cada dólar en su poder) que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010. Caería todo el proceso de reestructuración de deuda soberana y la discusión ya no sería por 15 mil millones de dólares, sino por 200 mil millones. Como bien sostuvo la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, es el retorno -hociqueando- a las huestes del Fondo Monetario Internacional.

La traición lisa y llana de quienes encabezaron la ruptura del bloque del FpV (y facilitaron el quórum y el número final para empujar a nuestro país nuevamente al ciclo de endeudamiento) no debe ser olvidada. Es evidente que las convicciones de estos legisladores valen algo más que “5 sanguchitos de miga y tres mates fríos”. Pero no hay mal que por bien no venga: este debate contribuyó a desmezclar, a identificar el lugar de cada uno en el orden nacional, en el PJ, en el seno del Frente para la Victoria, y también el rol de la “izquierda” funcional al neoliberalismo.

La llamativa disyuntiva (agitada por el ingeniero Macri) de buitres o ajuste es en realidad un “sincericidio” conciente frente al fuerte deterioro en las condiciones de vida de nuestro pueblo, que se profundizará si nuestro país cae en el pozo de la deuda. Ya son más de 100 mil los despidos, en su mayoría provenientes del sector privado, donde influyó el freno total a la obra pública. Con un pronóstico inflacionario interanual superior al 50%, una vertiginosa caída del consumo y una drástica pérdida del poder adquisitivo de los asalariados (según un estudio del Conicet el 10% más pobre perdió un 25% de su capacidad de compra), se espesa el malestar de vastos sectores de nuestra sociedad, que llega a la superficie a pesar del sólido bloqueo informativo (que justifica todo en la “herencia”) y las permanentes cortinas que van desplegando para correr el foco de lo principal.

Esto explica las reiteradas acciones que buscan sembrar miedo en la población a partir de ataques a locales, detenciones arbitrarias y provocaciones de diversa índole. Así como el enemigo cuenta con los mecanismos para sacar a la gente masivamente a la calle (Brasil es el ejemplo latente) también apela a diferentes formas para limitar su participación, con lucha ideológica y con intimidación. Por eso el próximo 24 de marzo adquiere una dimensión especial.

Transcurridos 40 años del Golpe genocida, la lucha sigue siendo la misma: Patria o Buitres. El Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia se convertirá en una verdadera jornada de lucha contra el proyecto de dependencia neoliberal que tomó el poder en 1976, que asesinó a nuestros 30.000 compañeros y que hoy pretende nuevamente poner de rodillas a nuestro pueblo.

La presencia de Barack Obama debe servirnos para identificar hoy más que nunca al enemigo principal de nuestros pueblos, el imperialismo norteamericano, verdadero artífice del anillo de dictaduras en nuestro continente.

Se espesa el malestar de vastos sectores de nuestra sociedad a pesar del sólido bloqueo informativo y las permanentes cortinas que van desplegando para correr el foco de lo principal.

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