9 DE JULIO

Independencia o deuda externa

Por Rodolfo G. Módena

 A 201 años de nuestra Independencia, parece mentira tener que volver sobre un tema que hace tiempo se viene debatiendo y estábamos en proceso de superación desde la gestión presidencial de Néstor Kirchner y las dos subsiguientes de la compañera Cristina.

 El tema de la Deuda Externa ha sido un condicionante atroz de la dependencia argentina.

 No vamos a hablar de números sino de ideas conducentes, como cuando el 3 de agosto de 1985, Fidel Castro, en el histórico Encuentro sobre la Deuda Externa de América Latina y el Caribe celebrado en La Habana decía: “A los que digan que nuestros planteamientos son radicales, aquí está la carta del Cardenal Arns, de Sao Paulo: ‘Primero, no hay posibilidades reales de que el pueblo latinoamericano y caribeño se responsabilice por el peso del pago de las deudas colosales contraídas por nuestros gobiernos. Ni siquiera es viable continuar pagando los altos intereses a expensas del sacrificio de nuestro desarrollo y bienestar.’

 ‘Segundo, el problema de la deuda, antes de ser financiero, es fundamentalmente político, y como tal debe ser encarado. Lo que está en juego no son las cuentas de los acreedores internacionales, sino la vida de millones de personas que no pueden sufrir la permanente amenaza de medidas recesivas y del desempleo que traen la miseria y la muerte.’

 ‘Tercero, los derechos humanos exigen que todos los hombres de buena voluntad del continente y del Caribe, todos los sectores responsables, se unan en la búsqueda urgente de una solución realista para el problema de la deuda externa, como forma de preservar la soberanía de nuestras naciones y resguardar el principio de que el compromiso principal de nuestros gobiernos no es con los acreedores, sino con los pueblos que representan.’

 ‘Cuarto, la defensa intransigente del principio de autodeterminación de nuestros pueblos requiere el fin de la interferencia de organismos internacionales en la administración financiera de nuestras naciones. Considerando que el gobierno es cosa pública, todos los documentos firmados con tales organismos deben ser de inmediato conocimiento de la opinión pública.’

 ‘Quinto, es urgente el establecimiento de bases concretas de un Nuevo Orden Económico Internacional, en el cual sean suprimidas las relaciones desiguales entre países ricos y pobres y asegurado al Tercer Mundo el derecho inalienable de regir su propio destino, libre de la injerencia imperialista y de medidas expoliadoras en las relaciones de comercio internacional.’

 Dicen que las tesis que estoy defendiendo son radicales, pues bien, ¡Yo suscribo ciento por ciento este programa de cinco puntos de ese ilustre hijo de Brasil, que es Paulo Evaristo, Cardenal Arns!

 Espero que no digan ya que son extremistas las ideas. Y le añadiría solo un sexto punto, que es la integración económica de América Latina; y un séptimo punto que se percibe en su intención: esta es una lucha por los pueblos de América Latina y el Tercer Mundo, por la vida de miles de millones personas que sufren y padecen las consecuencias de este orden económico inhumano e injusto.”

 Hoy, nuevamente, Argentina se endeuda y vuelve al pozo de la dependencia, “cambiando futuro por pasado” como falló para siempre la gobernadora Vidal, y con Macri cambiando la ecuación de Robin Hood (y la leyenda medieval inglesa que enamoró al mundo) por “Hood Robin”, como dicen sin vergüenza alguna ciertos comentaristas políticos y económicos de nuestros días.

 Hoy, nuevamente, Argentina se endeuda y vuelve al pozo de la dependencia, “cambiando futuro por pasado” como falló para siempre la gobernadora Vidal.