APARICIÓN CON VIDA Y CASTIGO A LOS CULPABLES

¿Dónde está?

La consigna nos retrotrae dolorosamente a los peores años de la impunidad en nuestra Patria. Más dolorosa aún si se tiene en cuenta que en estos 19 meses de restauración neoliberal hemos ido asistiendo al desbarranque permanente de la política de Estado llevada adelante por los gobiernos de Néstor y Cristina. Una vez más, la Argentina ocupa los titulares de los grandes medios del mundo con una información desdorosa sobre el estado de los Derechos Humanos.

Negacionismo (no son 30.000), 2 x 1, prisión domiciliaria para los genocidas, retrasos de los Juicios de lesa, abandono por parte del Estado de la búsqueda de esclarecimiento en causas emblemáticas como Papel Prensa, entre las más conocidas.

La represión como única respuesta ante los reclamos y la protesta social, palos, gases y balas de goma a menores, murgas, jubilados, aumento de los casos de gatillo fácil, recorte de derechos adquiridos a discapacitados, ancianos, niños, van configurando una marginalidad creciente entre las capas más desposeídas a favor de los más poderosos.

En este contexto de creciente protección al capital (en este caso extranjero) es que se produce la desaparición del artesano bonaerense Santiago Maldonado en “tierras” de Benetton, donde el pueblo mapuche mantiene la ocupación de sus tierras ancestrales en nuestro Sur. La presencia del Jefe de Gabinete de Patricia Bullrich en la zona, no hace más que acentuar el carácter de vasallo del poder aun cuando esto enmarque la anticonstitucionalidad del operativo realizado en la zona y con la inestimable colaboración de la Justicia cómplice.

Así, desde el 1º de agosto de 2017, por la acción de las Fuerzas de Seguridad y con la anuencia del Gobierno Nacional y su Ministra de Seguridad, volvemos a pedir por la aparición con vida de un desaparecido. No faltan en el repertorio institucional la reiteración de argumentos procesistas: “No es una desaparición forzada”; “Santiago está extraviado”; “Hay 5000 ciudadanos de los que se desconoce su paradero”. Tan parecido a las palabras de Videla. Otra vez, a influjo del desconocimiento de los Tratados con rango constitucional en la materia, a ser advertidos por la CIDH y la ONU.

No se cumple con la liberación de Milagro (presa política) y se ensayan excusas revictimizantes del pueblo mapuche, que al decir de funcionarios PRO, son chilenos que sueñan con la secesión de la Patagonia, alimentando la xenofobia y abusando de la ignorancia del común de la población acerca de la situación del territorio mapuche expoliado desde la Campaña del Desierto y continuada por sus descendientes (muchos de ellos hoy en la Rosada).

Un hacha, una hoz, un martillo (asociación libre a cargo del lector), un puñado de cuchillos, alcanzan para caracterizar y demonizar a la comunidad mapuche, más dedicada a la preservación del legado cultural que a las acciones de declarar al suelo ancestral del Mapu como Nación Independiente, llegando al summum de caracterizarlos como un grupo insurgente desde la principal usina periodística de la derecha.

Como antaño, empiezan a abundar las informaciones acerca del paradero de Santiago. Alguien lo vio en Entre Ríos, otro camionero que lo vio pero no lo levantó ni hizo la denuncia a pesar de la jugosa recompensa por datos del joven desaparecido.

Lejos de encabezar la búsqueda, o remover a los responsables del secuestro de Santiago, el Presidente de la Nación opinó que son los mapuches quienes impiden la investigación y recién varios días después se apartó a Gendarmería del caso. Desde los medios hegemónicos se ha invisibilizado el caso al igual que la masiva movilización que se realizó el viernes 11 en Plaza de Mayo, a la vez que han lanzado hipótesis absurdas sobre el paradero de la víctima.

Reclamamos y reclamaremos la Aparición con Vida de Santiago y el consecuente castigo a los responsables de su desaparición.