Como dijo cristina:

“Todos juntos en octubre para que no gane el ajuste”.

Cristina realizó un llamamiento a la unidad de las ciudadanas y ciudadanos que votaron en contra del ajuste, consciente de que si gana Cambiemos se viene la segunda fase del Gran ajuste que el bloque dominante tiene preparado para después de octubre.

La avalancha de datos económicos deja en claro el cambio de matriz productiva, y la regresión en la participación de la riqueza nacional que sufren los sectores populares, trabajadores y las clases medias. Un modelo concentrado en el complejo agroindustrial, en la timba financiera e importador de casi todo lo demás. Más allá de las palabras y las puestas en escena, la realidad muestra el verdadero rostro de un presente complicado y un futuro que tiene mucho sabor a pasado.

Las medidas económicas tomadas durante más de un año y medio por el gobierno de Macri han hundido a la economía argentina en una profunda recesión, con inflación, aumento del déficit fiscal y aumento desmesurado de la deuda externa. La evolución de la industria ha sido de caída constante, alrededor de un 65 por ciento de la capacidad industrial del país permanece ociosa.

Un ejemplo de esto es la industria automotriz, que en los primeros ocho meses de 2017 profundizó su caída. El 71 por ciento de los autos comercializados en las concesionarias locales fueron importados. Los datos de la Aduana confirman que las importaciones de autos aumentaron exponencialmente, mientras que el ingreso de autopartes, necesarias para la producción local, disminuyó un 12 por ciento en la primera mitad del año respecto al mismo período de 2016. La reducción de la compra en el exterior de autopartes es un síntoma de cómo la producción de vehículos se retrae generando despidos, suspensiones y retiros voluntarios en la industria nacional.

El resultado del modelo se expresa en el aumento del desempleo, lo que prepara el camino para la reforma laboral que vienen anunciando. Los márgenes de rentabilidad empresaria deberán darse por la caída de los salarios. Un relevamiento difundido por el IET (Instituto Estadístico de los Trabajadores) mostró que el salario formal promedio se encontraba en agosto un 4,8 por ciento por debajo de noviembre de 2015, aunque la caída promedio fue de 6 puntos. Los datos del INDEC reflejan que en el primer trimestre se registró una desocupación abierta a nivel nacional del 9,2 por ciento de la PEA, la Población Económicamente Activa, en tanto que la subocupación fue del 9,9 por ciento. Estas tasas fueron más altas en el Gran Buenos Aires, donde la desocupación alcanzó el 11,8 por ciento y la subocupación el 11,9.

Mientras tanto, y a pesar de la recesión, la inflación no da tregua. Se ubicó en 1,6 por ciento en agosto y acumuló un 26,6 por ciento en los últimos doce meses, según el Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT. Las más significativa para el indicador global fue la del rubro Alimentos y Bebidas, que aumentó 2,1 por ciento. Los medicamentos aumentaron un 95 por ciento en promedio con la particularidad de que su demanda es inelástica; es decir, su consumo no depende directamente de los precios y son insustituibles para quienes lo necesitan. Estos aumentos desmedidos conviven con un proceso de fuerte reducción en la cobertura de algunas obras sociales de grupos sensibles, como es el PAMI y las bajas en las pensiones para personas con discapacidad, a quienes dejan sin cobertura sanitaria y de los servicios de rehabilitación. Una política económica que amenaza la vida, los derechos y garantías ciudadanas y que cada vez que puede, da muestras de hasta dónde es capaz de llegar con la mano dura y la represión.

Mientras todo esto sucede, se profundiza el desequilibrio del sector externo con elevado déficit comercial y de Cuenta Corriente. Aumenta la fuga de capitales y la deuda externa se agiganta para tapar semejante desaguisado. El inmenso agujero de las cuentas externas se está cubriendo con un inédito endeudamiento en dólares. De seguir así la deuda seguirá aumentando (que además se encarece) porque es el único sostén del modelo económico.

Por eso, el esfuerzo tiene que estar puesto en organizar y convocar a esa mayoría de ciudadanos que de diversas maneras se opusieron al ajuste que padecemos, y al peligroso deterioro del Estado de Derecho, cuya expresión más tremenda es la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Como señalo Cristina: “la alternativa a las políticas de este Gobierno se forja desde la calle, desde las urnas y desde las instituciones. Trabajemos juntos en el Congreso con un Plan de Emergencia Nacional para frenar la dureza del ajuste en donde más fuerte ha golpeado: en el empleo, las tarifas, los alimentos y los medicamentos; y evitar el nuevo y GRAN ajuste que tienen previsto para después de octubre, como todos y todas sabemos. Es imprescindible que la mayoría social que hoy está clamando cambiar de rumbo económico y el respeto al Estado de Derecho, tenga una mayoría política y parlamentaria que pueda defenderla”. Unidad Ciudadana es el mejor (y único) instrumento que tenemos.

AUMENTO DE PRECIOS E INFLACIÓN

El alza de precios se ubica en 24,1 por ciento para los últimos doce meses. La inflación se ubicó en 1,6 por ciento en agosto y acumuló un 26,6 por ciento en los últimos doce meses, según el Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT. La entidad precisó que una familia de cuatro personas necesitó el mes pasado 15.616 pesos para no ser pobre y 6942 para no ser indigente. A su vez, un individuo adulto requirió 5145 pesos para no caer en la pobreza y 2225 pesos para no entrar en situación de indigencia. Los aumentos de precios de los alimentos y las subas en las cuotas de las prepagas impulsan la inflación del último mes. Los remedios aumentaron 95 por ciento con Macri, aunque hubo casos de remarcaciones de hasta casi 150 por ciento.

AUMENTO DE LA DESOCUPACIÓN

Los datos conocidos del INDEC son que en el primer trimestre se registró una desocupación abierta a nivel nacional del 9,2 por ciento de la PEA (Población Económicamente Activa) en tanto que la subocupación fue del 9,9 por ciento. Estas tasas fueron más altas en el Gran Buenos Aires, donde la desocupación alcanzó el 11,8 por ciento y la subocupación el 11,9. En junio se perdieron 2800 puestos de trabajo y en mayo 2300. No se registran variaciones positivas desde septiembre de 2015. Comparando de forma interanual, solo la industria manufacturera registró en junio 33.000 empleos menos que en el mismo mes de 2016 y 62.000 menos que junio 2015.

CAÍDA DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL

La industria mantiene en uso menos del 66 por ciento de su capacidad productiva. Las cifras de uso de capacidad instalada del INDEC muestran que apenas cuatro de los 12 bloques industriales sobre los que realiza la encuesta alcanzaron un nivel superior al 75 por ciento. Son los más ligados a sectores altamente concentrados. Los rubros con menor uso de capacidad instalada en julio fueron la industria automotriz (45,5 por ciento), metalmecánica (59,2), productos químicos (59,1) y Ediciones e impresión (59,1). Los cuatro sectores ya exhibían una baja performance en julio de 2016. Si tomamos el primer semestre de 2015 como referencia (datos CEU-UIA en este caso, en los primeros seis meses de 2017 la industria cayó un 4,5 por ciento.

CAÍDA DEL SALARIO REAL

Un relevamiento difundido por el IET (Instituto Estadístico de los Trabajadores) mostró que el salario formal promedio se encontraba en agosto un 4,8 por ciento por debajo de noviembre de 2015, aunque la caída promedio para la serie completa fue de 6 puntos. Esta contracción no refleja la situación real de los cambios experimentados en todo el mundo del trabajo, para lo cual hay que analizar también la desarticulación productiva, el desempleo, el empleo precario y el subempleo.

CAÍDA DE VENTA DE BIENES DE CONSUMO

Las ventas en supermercados, shoppings y comercios medianos no se recuperan. Las importaciones de bienes de consumo crecieron un 12,5 por ciento en 2017. Esto se refleja en la menor producción de alimentos y sus insumos (envases), textiles y otros bienes de consumo cuya fabricación sigue cayendo, como televisores (-20 por ciento), notebooks (-53) y lavarropas (-5 por ciento).

AUMENTO DE LA DEUDA EXTERNA
Y DÉFICIT GEMELOS

Desde enero de 2016 hay una fuerte toma de deuda externa que acumula 37.120 millones de dólares, la fuga de capitales del sector privado no financiero totaliza 20.103 millones y hay un déficit de cuenta corriente cambiario que se profundiza con un saldo negativo de 23.197 millones de dólares. Otro tanto representa el billón de pesos emitidos en Lebac, con un pago de intereses que alcanzará los 210 millones de pesos en 2017. Por otra parte, el año pasado las exportaciones a Brasil cayeron 10,6 por ciento mientras que las importaciones desde el país vecino crecieron 4,4 por ciento. Como resultado, el rojo comercial bilateral fue de 4650 millones de dólares, el mayor de nuestra historia.