Se profundiza la ola de despidos y suspensiones
Desde que asumió la Alianza Cambiemos, la ráfaga de medidas neoliberales y antipopulares han llevado a la pérdida de innumerables puestos de trabajo y a la caída del salario real como no se veía en más de una década.
El 20 de mayo el ingeniero Macri vetó la Ley de Emergencia Laboral. Eligió para anunciarlo la fábrica recuperada Cresta Roja y festejó la reincorporación por tres meses de 1300 de los 3500 trabajadores despedidos, mediante contratos precarios, reducción de salarios y sin respetar antigüedad. Otro de los grandes anuncios, que lo tuvo como protagonista, fue el acuerdo con Mc Donald´s para que 5000 jóvenes trabajen por un salario por debajo del mínimo, vital y móvil. Todo un símbolo de la Argentina que nos traen y una respuesta política a la emergencia laboral.
De la estigmatización de las trabajadoras y trabajadores públicos – ñoquis, grasa militante y vagos – a González Fraga y su empleado medio hay una continuidad que marca el ideario y la praxis del macrismo. En la Argentina de “Cambiemos” la redistribución se inclina hacia la porción más poderosa del trabajo a expensas del nivel y la calidad de vida de los sectores medios y bajos, a favor de la rentabilidad de las patronales del campo y del capital concentrado.
No hay deslizamiento, es un solo movimiento que comenzó con el despido masivo de empleados públicos y que sirvió como señal de largada para el desangre de los trabajadores en su conjunto.
El nuevo modelo de acumulación necesita un nuevo modelo de redistribución, los que la levantaron en pala durante esta década pretendían levantarla en tractor para llevarla en conteiner a Panamá. El ingeniero Macri vino cumplir su anhelo de clase.
En los primeros meses de gobierno, el salario real ha registrado una caída muy fuerte por el shock inflacionario provocado por la megadevaluación, alrededor del 12,1 por ciento hasta marzo antes del tarifazo. Solo en marzo, 19.424 personas perdieron su trabajo y 8.083 fueron suspendidas. Los 19.424 de marzo representan un incremento del 95 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015. Las 8.083 suspensiones representan un incremento de 16 veces al de marzo de 2015 y se localizaron principalmente en la industria sidero-metalúrgica, automotriz, química y alimenticia. En el trimestre (enero, febrero y marzo) las suspensiones sumaron 27.588, arrojando un aumento de 8 veces frente a similar período del año anterior. Dos tercios de los despedidos se localizaron en el sector privado, en la construcción representaron el 44 por ciento del total. Un tercio restante tuvo lugar en el sector público, en la administración nacional, en el Congreso, organismos públicos, salud y municipios.
En el acumulado del año, el informe de la consultora Tendencia económica contabiliza 154.570 trabajadores despedidos y otros 47.933 suspendidos, de los cuales los empleados estatales suman unas 33 mil personas entre el Estado nacional, las provincias y los municipios. El sector de la construcción, a través de la UOCRA, denuncia que hubo un total de 40 mil despedidos.
Las PyMES, comercios y el resto de las ramas industriales están afectados por la fuerte caída del consumo interno (debido a la caída del salario, inflación y conflictividad laboral), el incremento del crédito bancario, el tarifazo a los servicios y el mayor ingreso de importaciones: todo esto las coloca en peligro de quiebra a muchas de ellas. El único sector de la producción de bienes beneficiado por el macrismo es el agropecuario, que se caracteriza por utilizar poca mano de obra. El empleo informal, que no cuenta con la protección de la indemnización y la organización gremial, se encuentra en peores condiciones.
La convergencia de caída de salarios, pérdida de puestos de trabajo y suspensiones, como no se veía desde hace más de una década, está creando una conflictividad social y laboral que va creciendo. El informe de Tendencias Económicas afirma que los conflictos laborales en el país aumentaron un 400 por ciento en mayo pasado en comparación con el mismo mes de 2015, lo que representa unos 3.304.050 asalariados en huelgas u otras protestas sindicales durante el quinto mes de 2016, mientras que en el mismo período de 2014 sólo hicieron lo propio 642.950 personas.
El macrismo pretendió cerrar las paritarias con un 25 por ciento de aumento, pero la resistencia de los trabajadores, que desbordaron a las dirigencias sindicales complacientes y dispuestas a cambiar derechos por caja, permitió que el techo que se pretendía imponer se rompiera. Si bien por debajo de la inflación, en general las paritarias cerraron por encima de la magra propuesta del gobierno.
El 2 de junio unos 40.000 trabajadores se movilizaron contra los despidos a Plaza de Mayo adhiriendo a la convocatoria de las dos CTA (Yasky – Micheli) contra la política de ajuste y el veto de la ley antidespidos. Un dato de la jornada fue la participación de un grupo de sindicatos de la CGT que se sumaron a la movilización diferenciándose de Moyano, Caló y el empresario gastronómico Luis Barrionuevo. En el escenario se destacaron la presencia de sindicalistas que no están ligados a la CTA como Víctor Santa María (Suterh), Walter Correa (Curtidores), las seccionales de La Matanza y Quilmes de la UOM y dirigentes de La Bancaria. Bajo la lluvia, a pesar del frío, las nutridas columnas de los gremios estatales y docentes, partidos (entre ellos el PCCE) y movimientos políticos y sociales, cooperativas y PyMEs se manifestaron en contra de la política del gobierno. En ese marco, se llamó a la unidad en la acción y en la lucha de las dos centrales sindicales, de la CGT y de los trabajadores en su conjunto para construir la resistencia que requiere el momento.
154.570 trabajadores despedidos y otros 47.933 suspendidos.
127.000 fueron los despidos en el primer trimestre del año.
Sólo en marzo 19.424 personas perdieron su trabajo y 8.083 fueron suspendidas. Los más de 19 mil despedidos representan un incremento del 95% con respecto al mismo periodo de 2015.
Caída del salario del 12,1% hasta marzo de 2016.
En el primer trimestre las suspensiones suman 27.588, arrojando un aumento de 8 veces frente a similar período del año anterior.
15.174 cesantías en el mes de mayo, después del veto de la ley antidespidos.