HOY MÁS QUE NUNCA
Patria sí, Colonia no
Como un reguero de pólvora crece y se expande el descontento de amplios sectores de la sociedad ante el impacto devastador de las medidas de ajuste implementadas por Mauricio Macri en sus primeros 5 meses al frente del Ejecutivo. Es abrumador el recuento de políticas regresivas para las grandes mayorías que en un periodo tan corto ya han producido un deterioro económico y social de enormes dimensiones. Relevamientos recientes (CEOP – 15 de mayo de 2016) revelan que la imagen negativa del presidente (50,8%) supera a la positiva (46,5%) por primera vez desde su asunción el 10 de diciembre. Mayor es la diferencia al evaluar la gestión gubernamental, con una percepción negativa del 53,3% y una positiva del 44,2%. Esto sólo traduce en números el evidente malestar que constatamos en la calle, en los barrios, en las fábricas y lugares de trabajo, en los colegios y universidades. Frente a esto, no hay constelación de medios monopólicos que pueda embellecer o enmascarar un modelo de exclusión cuando falta el pan, te cortan la luz o te despiden del laburo. En particular, cuando el contraste es tan drástico respecto al país que dejó Cristina.
Son ya 7000 las PyMES (el sector emplea al 70% de los asalariados) que atraviesan una situación crítica por el tarifazo, la apertura de importaciones y el fuerte retroceso en la demanda. La actividad industrial cayó un 6, 1% en abril respecto al mismo mes del año anterior y el consumo de alimentos se contrajo un 3% en el primer trimestre de 2016, con una baja en el consumo de carnes del 6%. La comunidad educativa protagonizó días atrás una movilización sin precedentes en décadas frente al ajuste presupuestario impuesto a la universidad, que no está en condiciones de afrontar el calamitoso incremento de los servicios públicos. Tampoco soportan el brutal “sinceramiento” los más de 20 mil clubes barriales diseminados por todo el país que hoy pelean por su subsistencia. Para completar el cuadro, se incuba una crisis sanitaria de proporciones por la Gripe A, que se extiende rauda ante la falta de vacunas y el desmantelamiento de los programas de prevención y asistencia. Esta vez el descalabro es real, a diferencia del 2009 cuando se buscó incidir en el resultado electoral.
Durante el mes patrio el número total de despedidos superó los 150 mil, reflejando una sangría que no se detiene ni se detendrá en un año donde, según las proyecciones más conservadoras, el PBI registrará una caída de 2 puntos porcentuales. En este contexto, Macri estrena el veto presidencial (tiene prontuario en la materia) con la Ley Antidespidos, impulsada por el Frente para la Victoria y sancionada con amplias mayorías en ambas Cámaras del Parlamento. Massa quedó tirado con su coqueteo funcional, Macri debe pagar el costo político por su inquina manifiesta contra los trabajadores, y el movimiento obrero se expresará, a pesar de las presiones y de las genuflexiones de muchos de sus dirigentes.
América Latina enfrenta una ofensiva general del imperialismo sobre las conquistas de las últimas décadas. Los cinco meses de Cambiemos en nuestro país y los escasos quince días del golpista Temer en Brasil reflejan el revanchismo rabioso de los factores de poder globales frente a los cambios producidos en nuestro continente. Buscan reinstalar el neoliberalismo y al mismo tiempo escarmentar, agobiar y desarmarnos moralmente. Ahora van por Venezuela y su pueblo bolivariano, cuya disposición a resistir crece cuanto más crecen los peligros.
Hace tan sólo un año, en el marco de los festejos por la Semana de Mayo, más de 1 millón de personas transitaron la Plaza histórica y sus alrededores reeditando lo que año tras año constituyó (desde el 2003 para acá) una verdadera fiesta patria y popular. El cierre estuvo a cargo de la compañera Cristina, quien frente a más de 800 mil compatriotas, advirtió que la defensa de lo conquistado depende de nosotros, del pueblo organizado.
El contraste con este último 25 no requiere de demasiadas explicaciones: una plaza vacía, desolada, cercada con vallas y sólo ocupada por tropas de Infantería y carros hidrantes. Sin embargo, es sólo un fotograma de la lucha, que siempre continúa. La convicción patriótica de nuestro pueblo está, la memoria de lo que hemos logrado está, el liderazgo de Cristina está y sus orientaciones están más vigentes que nunca.