TRASPASO DE DATOS DE LA ANSES Y EL PAMI
Hacia un Estado policial
El macrismo dio a conocer la Resolución 166/16 para traspasar los datos personales de millones de argentinos de la base de la ANSES a la órbita de la Secretaría de Comunicación de la Nación. El objetivo es manipular, confundir, distraer y construir sentido común. La Resolución, viola derechos constitucionales y formaliza la vigilancia y persecución al pueblo.
“Con todos los datos que figuran en la base de ANSES y un buen software se puede elaborar una plataforma de metadatos que permitan conocer tus costumbres, tus gustos, tus contactos, tus inclinaciones, tus actividades etc. No sólo van a saber todo lo que hacés. Te van a vigilar. Te van a controlar. Un estado policial.” Con esta contundencia, y desde su página web, la compañera Cristina explicó el objetivo del traspaso de los datos de más de 30 millones de personas a la Secretaría de Comunicación de la Nación dependiente de la Jefatura de Gabinete. “Por si todo esto no bastara, el acceso a la base de datos de ANSES representa una verdadera fortuna en términos económicos para cualquier empresa nacional o multinacional”, agregó. Al otro día, se conoció la noticia que también lo harían con los datos del PAMI: otros 6 millones de compatriotas.
En la misma publicación, Cristina llamaba a los legisladores a prestar atención a dos cuestiones: “Una: el funcionamiento de los organismos de seguridad e inteligencia, cuyo funcionamiento ha sido modificado. Dos: El proyecto de Ley de Reforma Electoral, y muy especialmente la parte de boleta electrónica”.
Los datos personales, de concretarse el traspaso a la órbita de Comunicación, son: nombre y apellido, DNI, CUIT/CUIL, domicilio, teléfonos, correo electrónico, fecha de nacimiento, estado civil y el nivel de estudio de cada uno de los observados. La Resolución 166/16, anunciada por Marcos Peña, es la que pretende vehiculizar este atentado contra nuestra privacidad. Privacidad amparada por el artículo 43 de la Constitución que entre otras cuestiones, garantiza la confidencialidad de la información personal que manejen empresas y organismos públicos, y la Ley 25.236 de protección de los datos personales.
El macrismo argumenta que de este modo podrán segmentar y direccionar mejor su política comunicacional. Por un lado, cada una de las medidas implementadas hasta ahora deja a las claras que saben muy bien cómo segmentar y hacia dónde direccionar al país para intentar consolidar nuevamente el proyecto neoliberal. Por el otro, hay un estrecho vínculo entre este traspaso de datos y la maquinaria con la que ya vienen operando desde las redes sociales. Se vislumbra un perfeccionamiento en su política sobre la construcción de la opinión pública, el sentido común; además del control y la vigilancia que, amén de las pinchaduras de teléfonos, hoy se nutre de un ejército de personas y máquinas (¡programadas por supuesto por personas!) dedicadas a convocar marchas, confundir, distraer, manipular, desestabilizar, escrachar la militancia política y social de los trabajadores, estudiantes, etc., en línea directa con el accionar de la CIA en todo el mundo.
Los diputados del Frente para la Victoria presentaron un amparo ante el fuero Contencioso Administrativo Federal en el que solicitan como medida cautelar la suspensión de la aplicación del “convenio” firmado entre la ANSES y la Secretaría de Comunicación. El escrito, encabezado con la firma de Héctor Recalde, entre otros, exige que “de haber sido ya transferidos los datos, se prohíba a la Secretaría de Comunicación utilizarlos”. Entre sus fundamentos, los legisladores sostienen que la Ley de Protección de Datos, establece que los mismos “no pueden ser utilizados para finalidades distintas o incompatibles con aquellas que motivaron su obtención”.
En la Ciudad de Buenos Aires, cuando Macri aún era el jefe de gobierno, se creó una línea telefónica gratuita para delatar a docentes y estudiantes, y se ensuciaban las campañas electorales con falsas acusaciones. El Estado nacional, ahora manejado directamente por el poder económico, busca institucionalizar su labor de inteligencia con grupos de tarea haciendo uso de la tecnología mediante los trolls, los hakers, los falsos perfiles en las redes.
Eso es lo que buscan: perfeccionar e institucionalizar lo que ya hacen. Nuestra tarea, profundizar y continuar la batalla de ideas.