BOLIVIA
Evo va por más
El presidente Evo Morales ratificó su voluntad de ganar las elecciones de 2019 y continuar con el modelo de desarrollo con inclusión social en Bolivia. El Departamento de Estado de los EE.UU. emitió un comunicado injerencista contra las instituciones bolivianas. El liderazgo de Evo y el Movimiento al Socialismo se reafirman.
Luego del fallo del Tribunal Constitucional de Bolivia, que habilita al compañero Evo Morales a presentarse como candidato en 2019 y aspirar a un cuarto mandato, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado injerencista indicando su “profunda preocupación” ante la posible reelección del presidente y la continuidad del proceso de liberación nacional y social encabezado por el Movimiento al Socialismo (MAS). Ante semejante amenaza, Evo oficializó su candidatura a las elecciones de 2019. “Yo no estaba decidido, pero, frente a esta amenaza del Departamento de Estado, ahora lo estoy. Voy a ser candidato en 2019… que sepa Estados Unidos que el pueblo boliviano ya tiene mucha conciencia”, dijo Evo durante la inauguración de obras en el Departamento central de Cochabamba.
Si bien la Constitución boliviana sólo permite a las autoridades una reelección consecutiva, el presidente del Tribunal Constitucional, Macario Lahor Cortez, explicó a los medios locales que la Convención Americana sobre los Derechos Humanos sí lo permite y tiene mayor peso, ya que es un acuerdo internacional reafirmado por el país. Explicó que la resolución “está habilitando a esas personas a postularse, porque definitivamente el que elige es el pueblo boliviano”. El año pasado se realizó un referéndum para permitir la reelección de todas las autoridades, pero, tras una campaña mediática feroz por parte de los medios de desinformación, la oligarquía boliviana y el imperialismo (campaña plagada de operaciones como el querer adjudicarle al presidente un hijo no reconocido), el NO a la reelección ganó por un margen mínimo. La mentira fue esclarecida cuando ya se suponía demasiado tarde. Hoy el gobierno de Evo tiene el nivel de aprobación más alto de toda su gestión y el pueblo aclama por su continuidad.
Estados Unidos no tiene por qué dar opinión sobre los fallos del Tribunal Constitucional boliviano. Si lo hace es porque quiere que el país vuelva a ser parte de su patio trasero. Evo le recordó al gobierno yanqui que la Bolivia del Movimiento al Socialismo “se liberó del imperialismo y demostró que, con unidad, soberanía e independencia, se pueden lograr resultados positivos”. Desde que Evo llegó a la presidencia y nacionalizó los hidrocarburos, comenzó a impulsar el ahorro nacional, la producción nacional y la industrialización: Bolivia entró en una fase de desarrollo inédito. En el mundo ya lo llaman “el milagro económico boliviano” y lleva más de una década creciendo a un promedio anual de 5%, un porcentaje muy superior al crecimiento de Estados Unidos y el resto de los países sudamericanos.
En 2002, el entonces embajador norteamericano en Bolivia, Manuel Rocha, decía que si Evo Morales era elegido presidente “desaparecerían las inversiones” y no habría más “cooperación internacional”. Todo eso resultó ser una gran mentira y un gran chantaje. Desde hace nueve años no hay embajada de Estados Unidos en Bolivia y el país no para de crecer y desarrollarse, siendo considerado hoy un ejemplo para toda la región. Estados Unidos quiere hacer con Bolivia lo mismo que hizo en Venezuela: comenzar una guerra económica contra el país. Pero la continuidad del Movimiento al Socialismo es una necesidad, y la garantía para combatir las amenazas y agresiones imperialistas es Evo liderando el proceso de transformaciones.