Con apenas cuatro meses de gobierno y con un apoyo popular del 80% de la población, el Presidente Andrés Manuel López Obrador avanza en el proceso de transformar a México en una Patria soberana y alejada de la política imperialista de su vecino del norte.
A casi cuatro meses de la asunción de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente de México, la aprobación de su gestión trepó al 80%, unos 25 puntos porcentuales más en comparación con diciembre pasado, mientras que la desaprobación pasó del 17,6% al 11,4%. El motivo principal de semejante apoyo popular se debe a que el mandatario está cumpliendo con sus promesas de campaña y está demostrando una impresionante capacidad de liderazgo político e institucional. La realidad es que, a cuatro meses, el país está creciendo económicamente, con salarios reales en alza y con perspectivas a potenciar el desarrollo económico teniendo como eje principal a la industria nacional.
En este sentido, el 18 de marzo pasado, en el estado de Hidalgo, el presidente celebró en un acto el 81 aniversario de la Expropiación Petrolera de 1938. Una decisión que cambió la política económica de la neocolonia que era México en aquella época y permitió un proceso de desarrollo, industrialización y diversificación productiva acelerada que se truncó con la aplicación del neoliberalismo. “Hoy iniciamos una nueva etapa con el compromiso de rescatar a la industria petrolera. Seremos autosuficientes, dejaremos de adquirir en el extranjero lo que consumimos y acabaremos con la corrupción tolerada al interior de Pemex”, dijo el mandatario. En los primeros cien días de gestión, el gobierno se plantó frente a las mafias empresariales enquistadas dentro de la empresa y consiguió reducir las cifras de combustible robado de 81 mil barriles diarios en noviembre de 2018 a 15 mil barriles en marzo de 2019. Es decir, en apenas cuatro meses, AMLO recuperó para el sector público unos de 1.460 millones de dólares anuales. Rescatar Pemex significa posicionar a la empresa estatal como parte del sector estratégico de la economía y así poder salir del estancamiento estructural en el que se encuentra México.
Otra de las decisiones más importantes del presidente desde su asunción fue la creación de un Sistema Nacional de Búsqueda para encontrar e identificar a los desaparecidos producto del narcotráfico, la violencia estatal y el paramilitarismo durante las largas décadas neoliberales. Solo en las instalaciones forenses hay más de 26 mil cuerpos sin reconocer y se calcula un número similar de cuerpos con paradero desconocido. Uno de los casos más recientes de desaparición forzosa fue el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que desaparecieron luego de una represión policial en 2014. AMLO calificó esta problemática como “la herencia más triste y dolorosa del régimen neoliberal”.
En cuanto a política exterior, el gobierno mexicano demostró su independencia al rechazar la política imperialista de Estados Unidos hacia América Latina, especialmente hacia Venezuela y Cuba, que son los principales países agredidos en la actualidad. México continuará apoyando la no injerencia en los asuntos internos de otros países y seguirá manteniendo relaciones económicas y diplomáticas con Cuba y Venezuela pese a las amenazas.
A cuatro meses de la asunción de AMLO, podemos decir que México va por el buen camino y es hoy un faro de esperanza para el resto de los países latinoamericanos. En cuanto a su gestión, no solo ha cumplido las expectativas de los más de treinta millones de mexicanos que apostaron por su candidatura, sino que se ha ganado el apoyo de millones de ciudadanos que no lo votaron pero que hoy lo votarían.