PERÚ
“El pueblo es el gobierno”
Este 28 de julio, en el día del bicentenario de la independencia del Perú, juró como presidente Pedro Castillo. Es una jornada histórica, que coincide con el aniversario patrio, y por el significado que tiene para los sectores rurales, indígenas y populares la llegada a la presidencia de un igual, un campesino, maestro rural y sindicalista que además será el primer presidente elegido que proviene de una fuerza de izquierda. Con gran esperanza la mayoría del pueblo peruano tiene la expectativa de terminar con el modelo neoliberal que los azota.
A la jura de Castillo asistieron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Bolivia, Luis Arce; de Colombia, Iván Duque; de Chile, Sebastián Piñera; y de Ecuador, Guillermo Lasso. Evo Morales llegó unos días antes para la ceremonia de juramentación (cuando el Tribunal Electoral terminó con la fantochada del fraude) y en el paso fronterizo declaró que el gobierno de Castillo se suma “a la lucha por la liberación democrática de los pueblos de América Latina”.
Castillo deberá enfrentar a una derecha que ha hecho llamados a un golpe para evitar que asuma como presidente y continúa negando la legitimidad de su triunfo y con ello, darle estabilidad a su gobierno. Todo esto con un Congreso en el que no tiene mayoría, con una prensa hostil y el establishment imponiéndole condiciones y gabinete. La oposición de derecha ha tomado el control del Congreso, mediante una elección en la cual el bloque mayoritario de derecha le impidió participar a Perú Libre y sus aliados. De esta manera fue elegida presidenta del Congreso María del Carmen Alva con 69 votos, del partido de Acción Popular, para encabezar el Parlamento unicameral de 130 bancas. El Parlamento tiene la facultad de destituir al jefe de Estado con la ambigua figura de la “incapacidad moral permanente”, que por su amplitud puede ser invocada con cualquier excusa si se tienen los 87 votos que se necesitan. La maniobra fue una demostración de fuerza para mostrarle al oficialismo que no están tan lejos de la mayoría calificada.Según ha anunciado Castillo, salud, educación y agricultura serán los sectores que priorizará su gestión y serán sus grandes retos. En principio será la vacunación contra el coronavirus y hacer frente a la pandemia en el país con mayores muertes y con un sistema de salud precario. Asimismo, trabajar por la reactivación económica y la recuperación del empleo para satisfacer las demandas de cambio que acompañaron su campaña.
En este sentido, como presidente electo, aseguró que no traicionará las esperanzas que los sectores más pobres y excluidos han puesto en él y le pidió a la población que sea vigilante a su gestión. “Les pido ser vigilantes. Ustedes han sido vigilantes antes, durante y también lo serán después en este camino que hemos emprendido. No solo vengo a pedirles que sean vigilantes del gobierno, sino que sean integrantes del gobierno. Ustedes son el gobierno. El pueblo es el gobierno. Ayúdennos, hermanos a encaminar este trabajo. Este es el trabajo del pueblo peruano. Esta es la lucha de ustedes. No traicionaremos al pueblo. Esta lucha no puede ser traicionada”, exclamó Pedro Castillo ante una multitud en una concentración realizada la noche en que había recibido formalmente de las autoridades electorales sus credenciales como ganador de las elecciones y presidente electo. En la ceremonia oficial ante el Parlamento, el presidente peruano anunció que presentará un proyecto de ley para promover una Asamblea Constituyente y reformar la Constitución de Fujimori: “Una de nuestras principales banderas políticas, convertida ahora en una bandera de la mayoría del pueblo, es la convocatoria de una asamblea constituyente, que dote a nuestra Patria de una nueva Carta Magna que permita cambiar el rostro a nuestra realidad económica y social”, indicó.