APUNTES SOBRE EL SISTEMA FINANCIERO
La verdadera “platita”
En 1974 existían más de 800 entidades financieras distribuidas en todo el país, mayormente cajas de créditos y sociedades cooperativas y el total de préstamos al sector privado sobre el PIB era del 43,55%. La Argentina era la nación más integrada del continente. La tasa de desocupación abierta era del 4% y la pobreza, del 6%. Uno de los pilares de esa redistribución progresiva del ingreso era que el crédito se volcaba esencialmente a la producción y al consumo popular.
En 2021 quedan en pie 78 entidades financieras, de las cuales 65 son bancos (52 de capital privado y 13 públicos) y el crédito total al sector privado es sólo el 11% del PIB. El 64% de la cartera de inversiones de los bancos se encuentra invertidos en Bonos del Gobierno o letras y pases del Banco Central y sólo financia el 36% de los depósitos del sistema.
Los grandes bancos tienen inmovilizados en el Banco Central más de 4 billones de pesos (unos 40.000 millones de dólares), que no se emplean en financiar ni el trabajo ni la producción y por los que el Estado pagó intereses por $ 929.589 millones entre enero y el 28 de setiembre, unos 100.000 millones al mes. Entretanto, el año pasado, la inversión total destinada al IFE ascendió a $263.169 millones y los beneficiarios sumaron 9.048.499. 9 millones de personas versus 50 bancos…
Lo que Perón hizo en sus tres presidencias consistió en subir los encajes bancarios al 100%, para que todos los depósitos captados por los bancos fueran “encajados” en el Banco Central. Los bancos pierden así la capacidad de prestar los depósitos, de modo que la creación y dirección del crédito queda totalmente en manos del Banco Central. Esa política fue clave para orientar el crédito hacia la vivienda, la adquisición de maquinarias, etc.
El dinero y su ahorro provienen del circuito productivo argentino y los bancos no deberían apropiárselos ni ser quienes determinen en qué se emplean. Mucho menos cobrar intereses por NO prestarlos. Si a algún lado va la platita, es a las cuentas del sistema financiero parasitario en las guaridas fiscales.