ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
En primera vuelta ganó la democracia
Sergio Massa creció en más de 3 millones de votos, casi 8 puntos porcentuales. Lo hizo con decisiones concretas en materia económica e iniciativas distributivas con un ritmo intenso (devolución del IVA, créditos, etc.). De esta manera pudo ofrecer una versión distinta del gobierno, un Estado activo y más atento hacia las necesidades y reclamos de las trabajadoras y trabajadores y de los sectores populares, incluso un Estado que castiga a los operadores del blue. Además, hubo un esfuerzo por explicar las dificultades y el daño que infringe el FMI y quienes nos endeudaron. La fuerte remontada electoral que decidió la voluntad mayoritaria del pueblo proyectó una distribución de bancas que entusiasma en comparación al panorama que habían dejado las PASO.
El desempeño del candidato presidencial fue muy bueno en general en todo el país. En Santa Cruz hubo una recuperación del 60%. En Salta, obtuvo un 84% más de votos que en las elecciones del 13 de agosto. Tucumán es importante porque subió un 50% para el oficialismo y cayó un 26% para Juntos por el Cambio, al igual que en Tierra del Fuego (-24%) y La Rioja (-27%). Unión por la Patria sumó una provincia más en el denominado “Norte grande”, un bastión radical: Corrientes. En este caso, la victoria fue sobre Juntos por el Cambio. Massa hizo una buena elección en Santa Fe, una provincia que le era muy reacia y Rosario fue una pieza clave para el repunte, donde creció 60% con relación a las PASO y se quedó con 13 seccionales. Ocho fueron a JxC y una a Milei. Sergio Massa fue el candidato a presidente más votado en Rosario.
Para este batacazo fue decisiva la votación en la provincia de Buenos Aires en donde Sergio Massa obtuvo a Presidente un 43 %de los votos contra casi 26% de Javier Milei y 24% de Patricia Bullrich. En total la provincia aportó alrededor del 42 % del crecimiento de los votos para la fórmula presidencial. El otro gran protagonista fue Axel Kicillof, quien revalidó con cerca del 45% de los votos. El resultado es la consecuencia de su gestión, de cuatro años de remar en un contexto muy difícil y de desarrollar el diálogo con sectores que no fueron afines al kirchnerismo, como los productores rurales. Las cinco secciones que componen el interior bonaerense habían registrado derrotas para UxP en las PASO. Este domingo, únicamente la sexta sección volvió a darle la espalda al gobernador, pero cuando en las Primarias la diferencia fue de casi 50 mil votos a favor de la coalición cambiemita, en la general la distancia giraba alrededor de los 5 mil votos. Se ganó en 6 de las siete secciones electorales y se recuperaron distritos muy importantes como Lanús y La Plata. Se ganaron intendencias en Bahía Blanca, Olavarría, Azul, Salliqueló, Coronel Rosales y Dolores y hubo muy buenos números en Junín y en General Pueyrredón.
En Lanús, el candidato a intendente, Julián Álvarez, anunció que ganó en uno de los mayores distritos del territorio bonaerense. Con el 98,16% de las mesas escrutadas, obtuvo 123.300 votos, el 44,61%. En tanto Diego Kravetz, el pollo de Grindetti, quedó segundo con 95.983 de sufragios (34,73%).
También fueron contundentes los triunfos en los distritos de Florencio Varela (56% UxP, 24% LLA y 14% JxC), Berazategui (56% UxP, 22% LLA y 17% JxC), Quilmes (51% UxP, 28% JxC y 17% LLA), Avellaneda (56% UxP, 23% JxC y 17% LLA), Almirante Brown (54% UxP, 22% LLA y 19% JxC), Berisso (47% UxP, 24% JxC y 19% LLA) y Ensenada (64% UxP, 17% LLA y 15% JxC) aunque mucho más esperados. La provincia de Buenos Aires fue la barrera contra Milei y sacudió el resultado entero.
Juntos por el Cambio fue la única fuerza que perdió votos en las elecciones. La candidatura presidencial de Patricia Bullrich obtuvo 628.789 votos menos que los sufragios reunidos en las PASO, en la interna con Horacio Rodríguez Larreta. Entonces habían obtenido el 28% del total de votos y ayer se quedaron con un 23,8%. La fuerza de ultraderecha de Milei sumó 532.092 votos entre las generales y las PASO, la fuga de Juntos por el Cambio también fue a otras fuerzas.
La sociedad le dio la espalda a los que proponían un país donde los pobres tendrían que vender sus órganos o sus hijos, un país con la libertad para esclavizarte. Le dio la espalda a la entrega de Malvinas a los ingleses, a la exaltación de los genocidas y donde la solución a todos los problemas es plantar un alambrado y meter bala a quien no esté de acuerdo. No fue una elección más y todavía falta la segunda vuelta, donde la derecha se sigue sacando la careta y los Macri avanzan a una alianza con el fascismo descarado de Milei-Villarruel y su runfla de psiquiátricos. No debe sorprender porque comparten las mismas terminales e intereses; el trumpismo y la extrema derecha internacional, los fondos buitres, y el gran capital.