INDUSTRICIDIO
El impacto del ajuste neoliberal en la economía real
El caso de las industrias básicas y estratégicas del país -casi todas en manos de grandes conglomerados monopólicos- es elocuente: por un lado, sus dueños aplauden al gobierno y, por el otro, buscan achicarse a costa de la clase trabajadora y de los consumidores en general. Prefieren timbear y sostener sus elevadas tasas de ganancia de esta forma -algo que los comunistas denunciamos desde siempre-. En la metalúrgica Acindar (propiedad de ArcelorMittal, con sede en Luxemburgo), la producción está suspendida en sus cuatro plantas debido a la caída en las ventas (un derrumbe del 40%), principalmente por el parate de la obra pública y los precios impagables de muchos de sus productos. Se espera que sus trabajadores hagan un paro por tiempo indeterminado este mes. En el caso de Techint sucede lo mismo, sin embargo, su CEO Paolo Rocca, salió a apoyar al gobierno, ¿el motivo?: la entrega de Vaca Muerta a este grupo monopólico y la promesa de Milei de hacer una reforma laboral que deje por el piso los derechos de los trabajadores. A la burguesía monopólica, sobre todo a la transnacionalizada, poco le importa la producción si desde el gobierno le regalan algún negociado más rentable.
En cuanto al sector automotriz, que representa el 6% del total del empleo industrial, lleva varias plantas paradas y proyectos suspendidos. La planta de Toyota en Zarate, provincia de Buenos Aires, suspendió inicialmente a 400 trabajadores (se esperan mas) y la de Renault en Córdoba despidió a 270 y aplicó un plan de retiros voluntarios. La planta en Alvear de General Motors quedó directamente parada por un mes.
También la empresa de electrodomésticos Longvie, que tiene dos plantas, una en Catamarca y otra en Entre Ríos, suspendió al 50% del personal mientras que la Petroquímica Rio Tercero lo hizo con el 100% a la espera de que “la cosa mejore”. Incluso en el sector de línea blanca y en empresas de bebidas como Coca Cola, Quilmes, CCU y Nestlé, los derrumbes en ventas son catastróficos y sin perspectiva de mejora.
El sector de la construcción es también uno de los más golpeados, particularmente porque dependen mucho de la obra pública. El Gobierno de Milei además adeuda 350 mil millones de pesos a las constructoras por obras paradas que el Estado decidió dejar de pagar. Esto trajo como resultado el despido y la suspensión de unos 100 mil trabajadores desde que el “libertario” asumió como presidente. La situación en la construcción desmiente la afirmación del gobierno sobre una pronta recuperación en forma de “V” después del ajuste, ya que históricamente, una caída en la construcción precede a un colapso económico general.
Ingresos y consumo
El derrumbe de la industria y sus diversas ramas no se da solamente por la falta de políticas industriales, gran parte se debe al derrumbe estrepitoso del consumo popular. El aumento desenfrenado de los precios de la canasta básica destruyó los ingresos de la población aumentando la pobreza del 41% a finales del año pasado al 57% en la actualidad. El salario mínimo, que ronda los 200.000 no alcanza ni para una tercera parte de la canasta familiar, cuyo costo ya se acercaba a los 600.000 pesos en enero (excluyendo el alquiler). Las jubilaciones, que subieron un 27% en marzo, quedaron lejísimo de la inflación, que entre diciembre y marzo fue del 75% nominal (si tomamos la acumulada ya supera el 100% en términos reales). Además, se espera que los servicios básicos experimenten aumentos extremos en los próximos meses, desde el transporte público hasta la energía y los combustibles. Los precios de los alimentos y otros productos indispensables también experimentado aumentos desorbitados. Por ejemplo, el precio del café aumentó un 70%, la sal un 60%, los pañales un 65%, y la leche un 37% solo en enero y continuaron con aumentos de dos dígitos en los siguientes meses; así con todos los productos de la canasta básica. El transporte también aumentó considerablemente debido a la retirada de los subsidios y al aumento de la energía y los combustibles (en luz y gas se esperan aumentos de cientos por ciento a partir de este mes). En el caso del subte, el precio aumentará a 757 pesos en junio cuando en febrero era de 125 pesos, un 505% en total. Además, tras la derogación de la Ley de Alquileres en enero, los precios medios de estos están aumentando en torno al 400% si hay que renovar contrato. Esto está llevando a que muchas familias se queden en la calle.
La política de este gobierno entreguista y vendepatria busca dos objetivos centrales: por un lado destruir la industria a su mínima expresión para convertirnos en una neocolonia atrasada y dependiente del imperialismo y, por el otro, llevar los ingresos de la clase trabajadora a niveles de países subdesarrollados. Tenemos que impedirlo antes que sea demasiado tarde.
RECESIÓN E INDUSTRICIDIO
- -9% es la caída de la capacidad instalada de la industria en general que se encuentra en 55% (dato anterior a los parates industriales de marzo).
- -32% fue la caída del patentamiento automotriz con Milei. La capacidad instala de este sector en enero fue de apenas el 25%.
- -40% se derrumbó la industria maderera (que afecta tanto a aserraderos como a todo el sector manufacturero de carpintería y mueblería).
- -40% cayeron las ventas de la metalúrgica
- Acindar, que junto con Techint monopolizan el sector del acero.
- -30% fue la caída de la industria de la construcción privada y prácticamente a cero cayó la pública.
- -45% cayó la actividad de la industria indumentaria.
DERRUMBE DE INGRESOS Y CONSUMO
- -25,5% fue la caída del consumo minorista en febrero y el dato de marzo prevé otro derrumbe similar.
- -28% tuvieron de pérdida los jubilados en términos reales y desde el gobierno buscan que los haberes nunca más se recompongan.
- -45,8% fue la caída del consumo de medicamentos, no solo por la pérdida de ingresos sino por la especulación y desregulación del sector farmacéutico.
- -27,1% cayeron los salarios del sector privado formal en los 100 días de Milei.
- 200.000 pesos es el salario mínimo actual pero la canasta familiar ya supera los 600.000 pesos mensuales.
- 400% es el aumento de los alquileres que van renovando contrato. Vamos rumbo a una crisis de vivienda muy superior a la que ya teníamos.