UNA DERROTA TRAS OTRA
Un gobierno para el cachetazo
En la economía se acumulan evidencias sobre caídas en la actividad industrial, el comercio, el empleo, el consumo, las ventas de los supermercados. Hasta empresas “tecnológicas” consideradas hasta hace poco exitosas, como Globant, despidieron a más de 450 empleados. Distintas formas de unidad y organización se vienen dando, con presencia multisectorial de laburantes y de todos los afectados por el modelo. El Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos (en el que se superponen algunos sindicatos de la CGT y las dos ramas de la Central de Trabajadores Argentinos) salió a la calle en la multitudinaria marcha del día de San Cayetano.
Por abajo, la Federación de Obreros Ceramistas (Focra) volvió a la calle al concentrarse en la puerta de la Unión Industrial Argentina (UIA) para denunciar los más de 300 despidos en la planta de Cerámicos Ilva de Pilar y reclamar por salarios adeudados. La protesta contó con el apoyo de trabajadores de otras plantas como Cortines de Luján. La crisis de Ilva no es un caso aislado. A lo largo de este año, otras plantas enfrentaron conflictos similares con suspensiones, despidos y rebajas salariales en el marco de la caída de la construcción y la apertura de importaciones.
Otro ejemplo es el de la confederación de sindicatos industriales, que nuclea a 37 gremios de trabajadores de la actividad manufacturera y conexas, eligió el Día de la Industria para lanzar un duro pronunciamiento contra las políticas económicas del gobierno y denunciar a las organizaciones empresariales “que apoyaron un plan que sólo provocó un colapso productivo, destrucción del empleo industrial y avance de la precarización laboral”. Hace un mes la empleada de la patronal, Florencia Arietto, tuvo que salir carpiendo de una fábrica en Santa Fe. Los trabajadores no le dieron tiempo ni a empezar su show.
Cada semana el gobierno bate un récord de derrotas parlamentarias. Cada vez más amplia es la mayoría que rechaza sus vetos como a la emergencia en discapacidad, pediátrica, el financiamiento universitario y a la ley de Reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Como si fuera poco, se le suma el escándalo del narco diputado Espert que ya renunció a la presidencia de la comisión de Presupuesto y es probable que se tome licencia si es que no lo desafueran antes.
Los cachetazos que le propina el Congreso toman fuerza de la potencia del pueblo en la calle. Cada vez más nutridas las manifestaciones en contra de las políticas de Milei, cada vez más conflictos abiertos. El clima social se recalienta en una magnitud inversamente proporcional al enfriamiento de la economía nacional. El palacio huele de lejos que el viento cambia y hasta los sectores del poder concentrado empiezan a despegarse del payaso que se pasea por la Rosada.
El presidente monigote no puede salir a la calle a hacer campaña, donde va lo recibe el pueblo en repudio. Comenzó en Junín donde la cosa se puso áspera y continuó en cada rincón donde se presentan, aun en lugares que les fueron favorables en las elecciones presidenciales. La reacción social en defensa del trabajo y de los bienes públicos, como la salud y la educación, gratuitos y de calidad, es proporcional al daño causado por el gobierno y se multiplica en movilizaciones enormes en todo el país.
El Poder Legislativo es decisivo para contener los embates de Milei y el pueblo en la calle para convencer a los centristas y republicanos que tienen el dedo flojo para brindarle la gobernabilidad que exige el FMI y el Departamento de Estado. Con mucho esfuerzo, con jubilados y jubiladas que son reprimidas todos los miércoles se va armando esta melodía un poco sincopada. En octubre hay cita ineludible para cerrarle un poco más la puerta a la mugre que nos gobierna.





































