AMBA

Una campaña con identidad y ofensiva

Fueron semanas de mucha agitación las que precedieron a las elecciones de octubre. Con nuestras banderas rojas, volantes, afiches y Nuestra Palabra los comunistas estuvimos presentes en el conurbano y la Ciudad de Buenos Aires. Con optimismo y voluntad salimos al encuentro de nuestro pueblo con la clara convicción de que el aporte del Partido a la campaña por los candidatos de Fuerza Patria implicaba mucho más que la difusión de lista de diputados y senadores, se trataba de plantear la siempre vigente disputa de dos modelos en pugna, tanto en el país como en la región latinoamericana.

Ya sea en el AMBA como en el interior bonaerense nos encontramos con laburantes, jubilados y estudiantes, compañeros del campo nacional y popular de muchas identidades, pero con una clara identificación del momento que atraviesa nuestra Patria. Ya fuera en los gazebos militantes de la zona sur del conurbano, en recorridas con vecinos de los barrios de la zona oeste, piqueteando la NP en estaciones de tren del norte, o en afichadas, mesitas y timbreadas en la Capital, pusimos en valor la identidad comunista y kirchnerista. Nuestra experiencia en la calle reúne cientos de testimonios de cómo el pueblo sufre el asedio del enemigo fascista neoliberal, pero de ahí podemos destacar un cambio de calidad: ya no es solo bronca y resignación lo que cosechamos, sino que empieza a gestarse la solidaridad, la voluntad organizarse y acompañar las luchas de menor a mayor. Entre esos rostros de pueblo, aunque castigados por el ajuste, había pibes que sonreían al ver la hoz y martillo en nuestras banderas y gritaban “¡aguante la URSS!”, otros que saludaban con el puño en alto. Laburantes que volvían tarde a sus barrios y que levantaban la frente al leer las palabras “castigar a Milei” en nuestros volantes y nos contaban que iban a acompañar con el voto. Jubilados y pensionados que manifestaban cariño a la figura de Cristina y rechazaban su injusta prisión, y quienes saludaron con palabras de apoyo al gobernador Kicillof. Muchos se acercaron a nuestras mesitas simplemente al ver los colores celeste y blanco del frente Fuerza Patria. Nos dieron aliento, dejaron sus contactos para sumarse a la campaña y la fiscalización que realizamos en muchas escuelas.

Muchos agradecieron la presencia de una fuerza política que reivindica lo que es ser de izquierda hoy: no se trata de esa forma marginal y testimonial que tergiversa la palabra “izquierda” para ocupar sillas en el Parlamento y obturar la victoria del proyecto nacional y popular; sino que se necesita una izquierda que exprese otra forma de hacer política, con actitud militante, creciendo en los movimientos de masas de la mano con compañeros del peronismo y otras identidades en la construcción de una salida política a este modelo de desmembramiento y sumisión de nuestra soberanía.

En la calle nos plantamos en la campaña de octubre, allí seguiremos junto a nuestro pueblo en esta etapa de resistencia.