ELECCIONES 2025
Empate con Trump y un desafío hacia el futuro
Estas elecciones de medio término se dan en un contexto de gran ofensiva de la derecha neoliberal y con la intervención directa de Trump. En una economía en recesión, con el poder adquisitivo que se ha desplomado gracias a la intervención estatal a favor del capital y en desmedro de las trabajadoras y trabajadores. La demolición de los avances sociales en Argentina, liderada por La Libertad Avanza y el PRO, ha generado impactos significativos en la sociedad. A la incertidumbre permanente por las condiciones de vida se adiciona una política dirigida a atacar la subjetividad a través del disciplinamiento, la represión y la violencia política.
La inestabilidad económica, la bicicleta con el dólar, el endeudamiento permanente y el condicionamiento externo se presentan como racionalidad, responsabilidad de gobierno y madurez política. Así como convirtieron en privilegios los derechos laborales o la asistencia social básica, ahora nos entregan una nueva versión: las ventajas de la sumisión colectiva, de convertirnos en colonia de los yanquis.
La injerencia externa, a través de presiones financieras y diplomáticas, ha condicionado la política nacional en medio del proceso electoral. El miedo a agregar mayor desestabilización si ganaba el campo nacional y popular, a la mano de hierro del Hombre Naranja y la falta de dólares tuvo su cuota movilizando a sectores de la población que en la Provincia de Buenos Aires estuvieron ausentes en la elección de septiembre. Además, la proscripción de la compañera Cristina ha alterado la competencia política y opera como disciplinante sobre parte de la dirigencia política, social y sindical.
A nivel nacional se vieron fuertemente afectadas las variantes provincialistas o federalistas, que respaldaron a Milei con hechos, dichos y votos en el Congreso. Estas han experimentado un castigo electoral con parte de sus votantes migrando hacia los verdaderos paladines de la capitulación nacional, LLA. Pasó en Santa Fe, Córdoba, Neuquén, Río Negro, Chubut, Misiones, San Luis, etc. La suma de los votos fue del 36% de FP frente al 41 de LLA. Este resultado se dio en un marco de creciente ausentismo, el 34%. Son históricos estos porcentajes que reflejan una desafección política y amplifica una crisis de representatividad.
En la Provincia de Buenos Aires, el peronismo y sus aliados lograron su mejor elección de medio término en veinte años, con una diferencia a favor de LLA de 29.000 votos, según el escrutinio definitivo. Se empató con Trump, como bien se dijo. La derecha fue unificada y compacta. La alianza entre La Libertad Avanza y el PRO ha supuesto una transferencia casi total del electorado del PRO hacia Milei. Hubo una fuerte paridad entre LLA y Fuerza Patria en la provincia en los comicios nacionales. De hecho antes de la elección se esperaba el ingreso de 14 a 15 diputados de FP, fueron 16. En tanto, el 7 de septiembre se logró que la mayoría de los consejos deliberantes de 108 municipios fueran de Fuerza Patria.
Sin embargo, Milei no ha podido ampliar su núcleo de votantes. A menos de dos años, ya queda lejos su 55% de la segunda vuelta de las presidenciales del año 2023; o el 53,9% que sumaron LLA y Juntos por el Cambio en las legislativas del año 2023. En este contexto, la gobernabilidad alcanzada, de la mano de Macri y Trump, es bastante frágil. Basada en el miedo, carece de solidez y propuestas concretas para las mayorías.
La vida cotidiana exige respuestas, la historia argentina demuestra que ningún miedo supera la voluntad del pueblo cuando encuentra un cauce que le haga recuperar el amor propio y la confianza en su propia fuerza. Se requiere un esfuerzo consciente y militante que organice las luchas y las ponga en las calles para resistir las reformas que vienen.






































