Transcurrieron las elecciones en la UBA y dejaron un sabor agridulce. Si bien las fuerzas del campo popular se hicieron con importantes triunfos en las facultades de Ciencias Exactas y Filosofía y Letras, las derrotas de Sociales y Psicología en manos de fuerzas afines al rectorado y al gobierno nacional (la UES y el EDI respectivamente), sumado a los resultados en Medicina, Económicas y Derecho (las más importantes por su peso específico), en las que lograron renovar su mandato los radicales y afines, pintan un panorama complejo de cara a la Federación Universitaria de Buenos Aires y a la situación más general que demandará de las herramientas gremiales del movimiento estudiantil. Al margen del análisis que es posible hacer de la situación de cada facultad, basta con remarcar la dificultad que todavía tenemos y debemos superar las fuerzas del campo popular para traducir en términos de la realidad universitaria lo que sucede afuera de las cuatro paredes de la universidad, principalmente el descontento creciente y generalizado contra el modelo neoliberal, que se expresó con una fuerza arrolladora en las paso del 11 de agosto.
Como Partido salimos de estas elecciones con un balance positivo. En la Facultad de Cs. Sociales venimos en dinámica y consolidando nuestras posiciones. En las últimas semanas realizamos una charla sobre la situación internacional con el camarada Ezequiel D’Adamo de la dirección nacional del Partido, como también participamos activamente del proceso electoral acompañando con perfil propio la lista frentista.
En Derecho salimos a la cancha con lista propia. Oktubre fue un nuevo actor en las elecciones del claustro estudiantil, proponiendo un programa de reivindicaciones y actividades y un modelo de profesional comprometido con nuestro pueblo, en la perspectiva de seguir creciendo y desarrollando una izquierda que aporte a la derrota de las fuerzas del neoliberalismo en todas las facultades.