BASTA DE ENTREGA, AJUSTE Y HAMBRE

Paliza

El piñazo electoral del pasado 7 de septiembre contra las políticas de Javier Milei abre un nuevo escenario político en nuestro país. Se desprenden del resultado por los menos tres elementos que creemos necesario considerar.

En primer lugar, el masivo rechazo en el principal distrito nacional (que concentra el 40% de la población argentina) al fascismo neoliberal que se implementó desde el 10 de diciembre de 2023. Durante todo este periodo hemos venido siguiendo el impacto nuclear del proyecto desnacionalizador ejecutado por los cinco cueveros que dirigen la economía y las finanzas de nuestro país, sostenidos invariablemente por el FMI y el imperialismo norteamericano. Se afirmó en varias ocasiones que este ciclo ruinoso para los intereses de nuestro pueblo tenía fecha de vencimiento, escenario que comenzó a precipitarse en los meses previos a las elecciones bonaerenses. El rulo del endeudamiento externo, timba y bicicleta financiera se agotó por la falta de dólares (se fumaron el último desembolso de 2000 millones en cuestión de meses). Y las medidas desesperadas para evitar una corrida, sea mediante tasas de interés elevadísimas o suba de encajes a los bancos acabaron por estoquear a una economía real sometida a una crisis profunda. Las condiciones de vida de las grandes mayorías son alarmantes: cierran fábricas todas las semanas, salarios congelados, jubilaciones de hambre y el consumo en un tobogán. A esto se sumó la secuencia pornográfica de las coimas en el área de discapacidad, sector especialmente agredido por este gobierno, ufanándose además de su crueldad.

La contundencia geográfica del triunfo de Fuerza Patria es otro de los fenómenos a analizar. Se conquistaron seis de las ocho secciones electorales (incluyendo una porción mayoritaria del interior provincial); 104 de los 135 municipios bonaerenses; una gran diferencia en las secciones más pobladas (Primera y Tercera sección) y en distritos agropecuarios históricamente adversos a las fuerzas populares (Segunda, Cuarta y Séptima sección); la participación fue mayor respecto a los antecedentes en otras provincias, logrando Fuerza Patria canalizar una parte del voto castigo al mileísmo; la obtención del quórum propio en el Senado provincial y una posición más holgada en la Cámara de Diputados. Desde el año 2005 no se obtenía una victoria en una elección de medio término, menos aún de estas características. Todo esto configura un resultado realmente excepcional, más aún considerando que la Provincia de Buenos Aires (y su gobierno) fueron los más castigados por parte de la administración Milei. Buscaron ahogar a la provincia y llevarse puesto al gobernador Axel Kicillof.

El 7 de septiembre se respaldó la gestión de Axel de forma categórica y se logró orientar la bronca hacia una alternativa política. No se trata de un acontecimiento menor, considerando la gran decepción producida por el gobierno del Frente de Todos. En aquellos municipios donde se militó la campaña sin vacilaciones, la diferencia fue abrumadora y se redujo la abstención. Veamos el ejemplo de Ensenada, y especialmente de Avellaneda, cuya composición es similar a la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se confirmó asimismo la importancia de alcanzar una lista de unidad, mérito fundamental de Axel y de Cristina. Es un camino que debemos profundizar y en el que tendrán un papel que jugar los sectores peronistas y no peronistas. Debemos llegar a todos aquellos que estén dispuestos a confrontar contra el neoliberalismo (más allá de sus identidades o afinidad política), y es indiscutible a esta altura el rol aglutinador que va a desempeñar el compañero Axel Kicillof de cara a las presidenciales del 2027.

Asistimos a una gran victoria de nuestro pueblo, donde nuestro Partido realizó su aporte, especialmente en las regiones Sur, Norte y Oeste del conurbano bonaerense. Por eso queremos reconocer la abnegación y consecuencia de la militancia comunista.

Se vienen meses turbulentos, en particular porque Milei no dio señales de haber acusado recibo de tremenda sacudida. Debemos estar atentos, en las luchas, y concentrar nuestros esfuerzos para que en octubre la paliza sea nacional.