CRECE LA PRESIÓN GLOBAL FRENTE AL GENOCIDIO PALESTINO
No es guerra, es exterminio
Cada vez son mayores las voces que en el mundo se alzan frente al genocidio que el Estado sionista de Israel lleva adelante en la Franja de Gaza. El presidente Lula fue categórico al afirmar que “lo que está sucediendo en Gaza no es una guerra: es un ejército matando a mujeres y niños”. Obviamente, fue rápidamente acusado de antisemita. Se ha llegado al extremo de ofrecer recorridos turísticos en donde las fuerzas de ocupación israelíes hacen blanco “a la carta” contra la población civil palestina, en muchos casos en los centros de distribución de alimentos. Durante 11 semanas el gobierno nazi de Benajmín Nethanyaju bloqueó el acceso de ayuda humanitaria, lo que puso en riesgo de vida a 14.000 bebés diezmados por la hambruna y la inanición.
Crece la presión internacional sobre Israel, incluso por parte de sus aliados imperialistas. Francia, Gran Bretaña y Canadá intimaron a Israel a no obturar el ingreso de ayuda y convocar a un inmediato alto al fuego para poner fin a la guerra. Se sumaron al pedido 22 países donantes importantes. Pero las acciones militares continúan. Se trata de una política de exterminio y limpieza étnica.
50.000 niños palestinos han muerto o han resultado heridos en el enclave asediado durante 600 días de matanza genocida apoyada por Estados Unidos. En total, el Ministerio de Salud de Gaza afirma que al menos 191.285 palestinos han sido asesinados o heridos por las fuerzas israelíes, incluidas más de 14.000 personas que están desaparecidas y que se cree que están muertas y enterradas bajo los escombros de cientos de miles de edificios bombardeados. Entre los mutilados por la embestida israelí se encuentran miles de niños con una o más extremidades amputadas, a menudo sin anestesia debido al bloqueo israelí. Muchos niños palestinos sobrevivientes también han perdido a uno o ambos padres. Algunos han perdido a sus familias enteras. Incluso se ha acuñado un nuevo acrónimo para describir a algunos de estos huérfanos: WCNSF, o “niño herido, sin familia sobreviviente”.
El exterminio y la hambruna forzada se encuentran entre los presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad por los que el actual Primer Ministro israelí es requerido por la Corte Penal Internacional de La Haya. El otro tribunal internacional con sede en La Haya, la Corte Internacional de Justicia, está considerando actualmente una demanda de genocidio contra Israel, interpuesta por Sudáfrica y respaldada por decenas de países, ya sea individualmente o como miembros de bloques regionales.
Las condiciones en Gaza son más catastróficas que nunca. Utilizar el hambre como arma de guerra es un crimen de guerra. Mientras las autoridades de Gaza informan de cientos de muertes, en su mayoría de niños y ancianos, por desnutrición y falta de atención médica, incluso los funcionarios israelíes se manifiestan contra lo que el ex Primer Ministro Ehud Olmert llamó recientemente una “guerra de exterminio”.