FRENTE A LA APATÍA, EL DESÁNIMO Y LA RESIGNACIÓN

El papel fundamental de la lucha

Existe una preocupación recurrente que gira en torno a cómo romper cierta apatía o indiferencia frente a los acontecimientos políticos, fenómeno que caló hondo en una parte de nuestro pueblo durante los últimos años. Los niveles de ausentismo registrados en todos los procesos electorales realizados durante el 2025 evidencian los alcances de la crisis de representatividad política. Respecto a esto podríamos diferenciar dos planos: el hartazgo general con “la política”, y el repudio frente a una forma de hacer política, forma que permeó en el movimiento nacional y popular, apelando muchas veces a mecanismos propios de la concepción neoliberal.

La “antipolítica” fue dosificada cual goteo por los medios masivos de comunicación, apalancados sobre la enorme frustración generada por la experiencia del Frente de Todos (2019-2023). Esto posibilitó la irrupción de un marginal como Javier Milei. Pero nos ocupa fundamentalmente aquello vinculado con el compromiso, con la participación, con la actitud solidaria frente a una coyuntura económica y social dramática en nuestro país. No creemos que haya fórmulas mágicas ni alquimias raras. El asunto está en crear las condiciones para recuperar el entusiasmo y la certeza de que se puede (y se debe) modificar el estado de cosas. Y la única forma, a nuestro entender, es mediante la lucha. Nuestro pueblo tiene una larga tradición al respecto, con grandes sacrificios y páginas heroicas escritas.

Por eso la lucha no es una declamación o un fetiche abstracto. Es el medio que nos permite abordar desde las reivindicaciones más chicas y específicas, hasta las peleas por los cambios de fondo o estructurales. En el proceso juegan un papel determinante los grados de conciencia y organización alcanzados. Fue tal el desmadre que generó la victoria de Milei, que durante el 2024 se llegó a poner en duda si era conveniente o no estar en la calle. Por eso en diferentes circunstancias las reacciones espontáneas de nuestro pueblo frente a las políticas de ajuste precedieron a la movilización de los sectores organizados, en particular del movimiento obrero.

La lucha requiere planificación, inserción en el movimiento de masas, debate fraternal y vínculo político con aquellos que están dispuestos a poner el cuerpo, un contacto tangible y material con los problemas concretos, que es algo más complejo y exigente que los likes acumulados en las etéreas redes sociales. Cuando se logra una conquista en un reclamo salarial, cuando se reincorpora a un compañero o compañera despedida, o se alcanza una reivindicación estudiantil, se experimenta otra forma de hacer política, se recupera el entusiasmo, se pierde la desconfianza, se rompe la apatía. Parece una verdad de perogrullo, pero lo cierto es que a la hora de explicar “por qué la gente no reacciona”, se dan miles de vueltas y se omite este objetivo aparentemente simple. Pero nuestro pueblo sí reacciona (como se observa en particular en estos días) y ofrece lecciones. Con la lucha sí es posible.

Recientemente, la compañera Cristina ofreció una serie de conceptos muy valiosos en una entrevista televisiva. Allí anunció además una importante novedad para nuestro pueblo, que es su candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires. Cristina planteó que la política no puede ser un escalafón, una carrera de postas para ganar posiciones en términos individuales. Algo que abunda. Por otra parte, reafirmó su convicción de que hacen falta más militantes políticos y menos militantes electorales. La militancia política es una forma de vida, que se revalida cotidianamente, y no solo cuando hay elecciones. Eso es lo que entendemos y analizamos nosotros, consideramos que es la única interpretación posible y que se debe demostrar en la práctica concreta. Finalmente, ratificó su voluntad de alcanzar una lista de unidad en territorio bonaerense, condición fundamental para enfrentar desde una posición de fuerza la embestida neoliberal y neofascista impulsada por la LLA.

Otro hecho de gran trascendencia fue el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) encabezado por el compañero y gobernador Axel Kicillof. En un discurso llano y al mismo tiempo profundo en sus contenidos, Axel hizo un recorrido minucioso de su gestión al frente de la provincia más populosa del país, donde se busca sostener las políticas en beneficio de las mayorías en un contexto de ataques permanentes y desfinanciamiento por parte del gobierno nacional. El enemigo está afuera, es Milei, recordó Axel, orientando hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos para alcanzar una victoria en la Provincia de Buenos Aires, y abrir una perspectiva de cambio de cara al 2027. No puede ser motivo de discusión la necesidad de fortalecer al gobernador, y que cuente con todos los medios institucionales para llevar adelante las acciones que confrontan objetivamente con los objetivos del poder real en nuestro país. Por otra parte, alienta la irrupción de una nueva construcción donde confluyen fuerzas políticas y sociales, centrales sindicales e intendentes con la necesidad de ir plantando una nueva alternativa política con bases sociales. Es el camino de la lucha y la necesidad de un frente político que busque representar las necesidades de nuestro pueblo. Y unidad programática; caso contrario estaremos repitiendo los mismos errores de un pasado reciente que nos condujo (en parte) al lamentable presente de nuestra Patria.