LA LUCHA CONTINÚA

El tarifazo contraataca

Anulado el amparo que frenó transitoriamente el incremento de las boletas de la luz, y dolarizada la tarifa del gas que ya tiene un mapa de aumentos semestrales, los hogares se empobrecen y las Pymes que aún no cerraron, corren el riesgo de bajar las persianas. La lucha continúa en sus múltiples formas.

Casi a la par de la audiencia pública por el tarifazo al servicio del gas, entendida de antemano como una puesta en escena, la Corte Suprema de Justicia rechazó los amparos contra el tarifazo del servicio eléctrico. Brutales saqueos al salario de los trabajadores, junto con el del agua y el transporte público, contribuyen al crecimiento de la pobreza de la que el macrismo no se hace cargo en su “sinceramiento” de la economía y la realidad social. Cuando Néstor Kirchner asumió, el porcentaje entre pobres e indigentes era de un 50 por ciento de compatriotas. Con un conjunto de políticas públicas ese índice descendió por debajo de los dos dígitos. La de los subsidios a los servicios públicos contribuyó sustancialmente: para la industria y el comercio (en particular para las Pymes), cooperativas y fábricas recuperadas posibilitó el sostenimiento y la creación de nuevas fuentes de trabajo; para los trabajadores formó parte de lo que se denomina salario indirecto.

En estos días comenzaron a llegar las boletas de luz con un aumento de entre un 370 y un 500 por ciento, según sea el destino, un hogar o una Pyme. Las del gas no llegaron todavía. Lo que se sabe es que el aumento para los hogares de bajo consumo será, para octubre de este año, de un 237 por ciento; para los de consumo medio un 176 por ciento y para los de alto consumo, un 122 por ciento. Después, la “gradualidad” semestral hará incrementar la tarifa al punto de tener que multiplicarla casi por seis para el año 2019. Pero además, el valor dependerá de los vaivenes del dólar: tendremos tarifas dolarizadas. La política que lleva adelante el macrismo busca igualar el precio del gas en boca de pozo (sin tratamiento, transporte ni distribución) con el precio de importación del gas. Representa, en este caso, descomunales ganancias para las empresas privadas gasíferas, que además no van a invertir.

Como consecuencia de los ruidazos y las movilizaciones en todo el país, en el mes de agosto se logró anular el tarifazo hasta tanto se desarrollara la audiencia pública, pero sólo se consiguió para los hogares. En estos días la presentación de un amparo por parte de Apyme (asociación que nuclea a las pequeñas y medianas de empresas) en Córdoba, encontró respuesta en el juez federal Miguel Vaca Narvaja, quien consideró “razonable” la representación colectiva “en defensa de los derechos e intereses del colectivo integrado por los pequeños y medianos industriales, comerciantes, prestatarios de servicios, productores agrarios, sectores medios, cuentapropistas, profesionales y otros afines”. El amparo (finalmente sin efecto para ser enviado a la Cámara Federal ante la apelación del gobierno) exigía a ENARGAS y demás distribuidoras, refacturar la boletas entre el 1 de abril y el 27 de septiembre con los valores que corrían hasta marzo. Lo cierto es que, mientras tanto, corre peligro la existencia de las Pymes (muchas ya cerraron), cooperativas, fábricas recuperadas, en un contexto de caída del consumo y en el que, en muchos casos, la suma de los servicios públicos equivalen a la masa salarial. También corren esa suerte los clubes de barrio, geriátricos y hogares que albergan niños y adolescentes.

Durante los doce años de gobiernos kirchneristas, el país creció al calor de la producción y la inclusión social con el norte puesto hacia el achicamiento de la brecha de la desigualdad y la reducción drástica de la pobreza. El macrismo, en sólo nueve meses, retrotrajo lo conseguido. Recibió un país muy diferente del que recibió Néstor en 2003. Ahora se rasga las vestiduras y pretende ser evaluado como si en estos nueve meses no hubieran estado al frente de todas y cada una de las decisiones, entre ellas las del tarifazo, que con un cóctel antipopular y entreguista, pone de cabeza y destroza la economía del país y la vida de cada una de las familias de nuestro pueblo.