NICARAGUA
El sandinismo a la ofensiva
En el marco de las celebraciones populares por el 39 aniversario de la Revolución Sandinista, la derecha local y el imperialismo continuaron con su agenda de desestabilización y golpe contra el gobierno popular del comandante Daniel Ortega. Desde hace más de tres meses, bandas armadas de derecha vienen asesinado a decenas de militantes sandinistas y a miembros de la policía, además de bloquear calles, destruir edificios públicos y saquear comercios. Estos actos criminales son presentados por la prensa hegemónica como “manifestaciones pacíficas”. Desde el gobierno sandinista consideran que lo que sucede en Nicaragua es un intento de “guerra no convencional”, que busca quebrar la paz y el progreso del país, desestabilizar la institucionalidad y crear un escenario artificial de desabastecimiento de productos básicos (cosa que todavía no lograron gracias a la organización popular). Como parte de esta guerra, el imperialismo yanqui ordenó el lunes pasado la reducción de los servicios de su embajada y la salida de varios diplomáticos y sus familiares del país; al tiempo que el Departamento de Estado “recomendaba” a sus ciudadanos no viajar a Nicaragua, dejando en claro que piensan continuar financiando y armando a la derecha, con vistas a una posible “intervención humanitaria”. La estrategia del imperialismo es generar el máximo caos posible en la economía del país y derrocar de forma rápida al gobierno. Si este plan no funciona, la segunda opción es forzar una guerra civil.
A pesar de esto, y a partir de las celebraciones por el 39 aniversario de la revolución sandinista (en donde cientos de miles de nicaragüenses salieron a las calles a respaldar al gobierno), el pueblo comenzó a organizarse en los barrios para defender sus calles, sus espacios públicos, los comercios y los centros de salud. Gracias a este nivel de organización popular, varias células criminales fueron desarticuladas rápidamente en los últimos días y se pudieron recuperar barrios enteros de diversas ciudades que habían sido tomados por la derecha armada. A su vez, durante la noche del domingo último, decenas de miles de nicaragüenses salieron a las calles exigiendo justicia y reparación para las víctimas. La consigna era: “¡Qué la derecha terrorista pague por la destrucción de Nicaragua!”, haciéndoles recordar al imperialismo y sus lacayos que no pasarán.