Como consecuencia de la nueva devaluación macrista del 25%, la inflación volvió a acelerarse y se estima que cerrará el año con un récord del 60% o superior. Con los nuevos aumentos de agosto, la canasta básica familiar podría rondar los 38 mil pesos.
El domingo 11 de agosto, luego de conocerse el contundente triunfo del Frente de Todos en las PASO, Mauricio Macri dio la orden de dejar correr el valor del dólar. Su intención (que concretó) era culpar al kirchnerismo por la devaluación y acusar al pueblo argentino de “haber votado mal”. Más allá de la perversión, la realidad es que el peso argentino se devaluó en pocas horas un 25%, pasando de valer 46 pesos por dólar a 58 pesos en la actualidad (con un pico de 66 pesos). A diferencia de otras devaluaciones pasadas, donde los aumentos no fueron automáticos y tardaron meses en concretarse, en esta ocasión el movimiento de precios fue casi instantáneo. Si bien todavía no se conocen los relevamientos de precios de agosto, ya se puede ver una primera aproximación de lo que ocurrió en apenas una semana desde aquella fecha.
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) sostuvo, en su último informe, que se registraron aumentos superiores al 20% en la primera semana post PASO. Por ejemplo, fideos secos +21,3%, bebidas sin alcohol +16,9%, aceites +14,7%, jugos concentrados +15,3% y galletitas dulces +13%. En cuanto a los medicamentos, los aumentos también fueron significativos y algunos superaron el 20%. Por ejemplo, según un relevamiento de la organización de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), el Sifrol, indicado para adultos con Parkinson, aumentó 450 pesos después de las PASO, y el Dolo Glucoarrumalón (antiartrósico) subió de 1496 a 1617 pesos (en diciembre de 2018 se vendía a 789 pesos). Esto sucedió con prácticamente todos los medicamentos en menos de una semana. Pedro Bussetti, presidente de la organización, acusó a las empresas farmacéuticas de aprovecharse de la situación sin siquiera haber hecho análisis de costos, y al gobierno de Macri por no hacer absolutamente nada al respecto.
Todos estos aumentos se dieron pese a la quita del IVA decretada por el gobierno nacional. Es decir, el Estado dejó de recaudar IVA (que asimilan las empresas) y el pueblo igualmente tuvo que pagar más caros los productos. Los manotazos de ahogado del presidente para llegar a fin de año no sirvieron más que para seguir vaciando los ingresos tributarios. La desesperación oficial llegó a tal punto, que Macri aplicó mediante un decreto la Ley de Abastecimiento para planchar por la fuerza el precio de los combustibles por 90 días. Ley que los neoliberales macristas tildaban de inconstitucional cuando la quiso utilizar el kirchnerismo en el pasado (en otro contexto y de forma equilibrada y racional).
En cuanto a los ingresos de la población antes de las Paso, según cifras oficiales, una familia tipo necesitaba unos 32.000 pesos para no caer en la pobreza y 12.800 para no caer en la indigencia. Teniendo en cuenta que el salario mínimo actual, que cobra cerca del 50% de la clase obrera argentina, es de unos 12.500 pesos y la jubilación mínima de 11.500, la situación social era de por sí devastadora. Con los nuevos aumentos de precios post devaluación, la canasta básica familiar podría rondar los 38 mil pesos (y subiendo). Una situación desesperante para millones de familias trabajadoras.
A pesar la caída de la demanda de mercancías en los últimos años, la inflación bajo el neoliberalismo alcanzará niveles récord en casi 30 años, impulsada principalmente por la constante fuga de divisas y devaluaciones cíclicas consecuencia del desmantelamiento de los controles sobre los flujos de capitales. En definitiva, el modelo neoliberal continúa rompiendo récords de decadencia y se torna cada día más insostenible. Mayor inflación, mayor endeudamiento, mayor fuga de capitales, caídas del salario real cada vez más abruptas, y decadencia económica en general. Si todavía no hubo un estallido social en el país es porque el pueblo argentino es paciente y tiene esperanzas en el próximo gobierno del Frente de Todos.