Con el neoliberalismo en crisis y el imperialismo cada día más agresivo contra la patria de Fidel, la Revolución Cubana cerrará el año con importantes avances en todos los frentes.
América Latina se encuentra en medio de grandes convulsiones sociales como consecuencia de la crisis del neoliberalismo a nivel global. Según datos de la CEPAL, el número de pobres en la región se incrementó de 185 millones en 2018 a 191 millones este año, siguiendo una línea de crecimiento constante desde 2015. En Cuba Socialista, por el contrario, la estabilidad y los buenos indicadores sociales son la regla. Muy a pesar del bloqueo criminal de Washington, la Isla pudo mantener un modesto crecimiento económico sin necesidad de recortes y ajustes. Según el Ministro de Economía y Planificación de la isla, Alejandro Gil, el PBI de Cuba finalizará el año con un incremento de 0,5%. Este dato se suma al 1,2% de 2018 y al 1,6% de 2017. Está claro que si no fuera por el recrudecimiento del bloqueo y las sanciones firmadas por Trump, el crecimiento económico de la isla sería mayor. Desde la aplicación del Título III de la ley imperialista Helms-Burton a mediados de año, Washington consiguió, por ejemplo, impedir la llegada de buques petroleros a la Isla y el arribo de cruceros y embarcaciones turísticas, lo que afectó el objetivo de cerrar el año con un incremento económico del 1,5%.
“2019 fue un año marcado por un escenario complejo, debido a una incertidumbre económica mundial y a las nuevas medidas adoptadas por Washington contra el país. Debemos estar conscientes de que esto puede agravarse aún más. Sin embargo, a pesar de las dificultades, no hemos aplicado medidas de ajuste como el incremento de los precios o recortes en sectores de la salud o la educación,” explicó Fernández de Cossío, director general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
A la vez, en una sesión especial del Parlamento cubano, el martes 17 de diciembre, el camarada Miguel Díaz-Canel hizo una evaluación de la coyuntura actual, destacando los avances conseguidos durante el año en curso. Mencionó la construcción de viviendas; el desarrollo de la Zona Especial de Mariel mediante la inversión extranjera; la expansión de internet a lo largo y ancho del país; los incrementos salariales que beneficiaron a mas de 1 millón 400 mil trabajadores; la incorporación de nuevas mercancías exportables; y la reapertura del ferrocarril con locomotoras y vagones de la República Popular China. También se pudo avanzar en una reforma monetaria para en un futuro eliminar la doble moneda y se legalizó la utilización de divisas con el objetivo último de formalizar el dinero que circula por fuera del sistema (los cubanos ya pueden abrir cuentas bancarias denominadas en monedas extranjeras). Con el mismo fin, el Estado comenzó a abrir centros comerciales con artículos de todo tipo a precios más económicos que los del mercado negro. Tienen planificada la apertura de unas 77 tiendas de este tipo en donde se venden desde televisores de última generación, heladeras de alta gama y lavarropas, hasta motos eléctricas y autopartes.
La isla, además, no está sola. Así quedó demostrado en la XVII cumbre del ALCA-TCP realizada en La Habana a mediados de diciembre y en la visita de Díaz-Canel a nuestro país. El presidente cubano fue uno de los invitados más destacados de la asunción de Alberto Fernández y el primero en ser recibido por la dupla presidencial. A diferencia del lamebotas de Mauricio Macri, que tildaba a Cuba de dictadura, Alberto señaló que “tenemos un compromiso de hermandad con Cuba” y que “vamos a avanzar en la cooperación mutua para robustecer el intercambio entre Argentina y la Mayor de las Antillas”. La derrota del neoliberalismo en Argentina fue también una clara victoria para Cuba socialista y su heroica resistencia.