Continúa la expansión exponencial del coronavirus en Latinoamérica, donde ya contagió a más de 2 millones de personas, especialmente en los países con gobiernos neoliberales. Por otro lado, y a pesar de la crisis económica mundial, países como Cuba, Venezuela y la Argentina son ejemplos en la región.
Brasil, ícono del neoliberalismo bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, es el país más afectado por el COVID-19 con más de la mitad de todos los contagios de América Latina: más de 1 millón 100 mil casos al 23 de junio, y el segundo en el planeta por detrás de Estados Unidos. Con más de 51 mil muertos y una economía en caída libre, Bolsonaro sigue insistiendo en que no hace falta aplicar una cuarentena a nivel nacional. Cuando le preguntaron por la alarmante cifra de muertos, respondió con cinismo y sonriendo: “Soy Mesías (su segundo nombre) pero no hago milagros”. Así y todo, el gobierno aprovechó e hizo aprobar en el Senado una reducción de la jornada laboral y de los salarios de diversos sectores: una profundización del ajuste que no hace más que ahondar la crisis económica en la que está inmerso el gigante sudamericano.
En Perú, Ecuador y Chile la situación es similar. En estos países, al igual que en Brasil, las muertes por cada millón de habitantes rondan las 240 personas (muy lejos de las 32 de Argentina, las 8 de Cuba y apenas 1 en Venezuela). En el caso de Chile, otro de los modelitos neoliberales predilectos del imperialismo (que viene colapsando desde el año pasado luego de multitudinarias movilizaciones populares) se esperan para octubre elecciones constituyentes y el presidente Sebastián Piñera no supera el 25% de apoyo en ninguna encuesta.
En Perú la situación es calamitosa y la crisis política se acentúa cada vez más. En lo que va de la pandemia, ya renunciaron tres ministros: el de Interior, el de Salud y el de Cultura, mientras la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP), realizó el martes 23 una jornada nacional de protesta contra las políticas laborales del gobierno de Martín Vizcarra.
Ecuador, por su lado, sigue colapsado con un gobierno que cada día pierde más legitimidad. Su presidente, Lenin Moreno, quiso copiar a Bolsonaro y mandó un proyecto denominado “Ley de apoyo humanitario”, que permite reducir la jornada laboral hasta en un 50%, descontar 10% a todos los empleados por nueve meses y establece recortes en el presupuesto de las universidades públicas. Además, la persecución ilegal contra el ex presidente Rafael Correa sigue intensificándose en la medida que cae la ya baja popularidad de Moreno. Estos países, que hasta no hace mucho eran los niños mimados de los yanquis, hoy naufragan en el desastre social, sanitario, económico y político.
Cuba, Venezuela, Nicaragua y Argentina son el contraste de estos países. Argentina, según la revista norteamericana TIME, se encuentra en el puesto 11 de los países que más rápido reaccionaron frente a la llegada del coronavirus y que están mejor preparados para lo que se viene. “A pesar del riesgo de su noveno default, la ayuda financiera a desocupados y al sector privado implica un 4,9% del PBI. El deseo de cuidar la salud de la gente y la decisión de canalizar recursos en ese sentido en vez de a la deuda ha sido la mejor opción dentro de sus alternativas”, agregó la publicación.
Venezuela sigue siendo el país con la mayor cantidad de testeos en la región y la menor mortandad por el Covid. Pese a la guerra económica y al bloqueo, el país bolivariano se mantiene estable gracias a la organización popular de base y a un Estado presente, además de recibir el apoyo solidario y la ayuda de diversos países antiimperialistas, como es el caso de Irán, Rusia y la República Popular China. “Mientras otros sancionan, nosotros tenemos que dedicar cada segundo a nuestro país, junto al Poder Popular, al Consejo Comunal, la Comuna, los jefes y jefas de calle atendiendo los temas que tenemos que atender, además de las grandes obras públicas que debemos continuar. ¡Sigamos adelante!”, expresó Maduro en pasado 21 de junio, a la vez que planteó un posible encuentro con Donald Trump, que parece que le está soltando la mano al títere de Juan Guaidó. Una victoria política por parte del PSUV en la antesala de las elecciones de diciembre para la Asamblea Nacional.
En el caso de Cuba Socialista, la pandemia fue controlada desde un principio y hoy casi todos los contagiados ya están recuperados (más del 90%). Al 22 de junio, “de los 2.315 pacientes diagnosticados, se mantienen confirmados 115; de ellos 114 presentan una evolución clínica estable”, explicó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez desde el Palacio de la Revolución.