El 75% de las vecinas y vecinos de la Provincia está disconforme con la prestación.
La puja con las principales distribuidoras de energía continúan, y cada vez se suman más voces de descontento. Intendentes, legisladores nacionales, provinciales y municipales continúan avanzando en desnudar lo bochornoso que fue el acuerdo entre la gestión macrista y las distribuidoras. El 75 por ciento de los vecinos está disconforme con la prestación.
Durante las últimas semanas, intendentes de la tercera sección electoral llevaron adelante el reclamo de los vecinos y las vecinas de la Provincia de Buenos Aires, quienes fueron los principales afectados por los repetitivos cortes de electricidad. No solo los jefes y jefas comunales deben lidiar con los malos servicios, sino que también deben hacerse cargo de pagar una deuda que la ex gobernadora, María Eugenia Vidal, les trasladó.
Las principales distribuidoras eléctricas que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Edesur y Edenor, se beneficiaron de sobremanera con la política económica ejecutada en la gestión anterior, puesto que sus ingresos aumentaron muy por encima de la inflación registrada, a pesar de que la calidad del servicio sigue siendo muy bajo.
A partir del informe elaborado por el ENRE, se recomendó la anulación de la RTI (Revisión Tarifaria Integral) llevada a cabo por la administración anterior. Los argumentos esgrimidos por el ente regulador le dan la potestad al Ejecutivo nacional para iniciar negociaciones con las distribuidoras del AMBA, Edenor y Edesur, a fin de dar comienzo a una nueva etapa en la prestación del servicio, con la accesibilidad del servicio a tarifas justas y teniendo presente la realidad macroeconómica por la que está atravesando el país.
Es importante destacar que a las distribuidoras, a contramano de la mayoría de las empresas de la economía argentina en los últimos 4 años y medio, les fue bastante bien. Tanto en 2018 como en 2019, el patrimonio neto de estas empresas creció en términos reales en ambas ocasiones. En 2018, Edesur incrementó su patrimonio neto un 15,3% mientras que Edenor un 11,4%. En 2019, aumentó aún más el patrimonio de ambas, teniendo Edesur un incremento de 35,6% y Edenor un 24,2%. Esto a pesar de la mala calidad del servicio, por ende su rentabilidad no fue acompañada por las inversiones necesarias.
La gestión macrista dejó en libertad de acción a las empresas hegemónicas, dejando a los usuarios como rehenes de los malos servicios. Es importante que el gobierno utilice los instrumentos necesarios para avanzar en la defensa de los vecinos y vecinas, como así también en la dirección y orientación de los recursos del Estado.