CRECE EL CONFLICTO SOCIAL
Más afectados, más resistencia
Si los niveles de pobreza de la era Milei en niños, jóvenes y trabajadores bate récords, en el caso de los jubilados son superlativos. Según números del Indec, se duplicó el número de jubilados pobres y se triplicó el de indigentes. En un año, los pobres pasaron de 17,9 a 35,7 y los indigentes de 1,8 a 6,6. Un salto descomunal que se disparó con la devaluación de diciembre de 2023 y continuó profundizandose.
La mayoría de los jubilados y pensionados, más de 5 millones de un total de 7 millones de jubiladas y jubilados nacionales, cobran la mínima, que hoy corresponde a un ingreso neto de 297.550 pesos, sumando el bono, con el que es imposible sobrevivir. El aumento que Milei vetó era de apenas un 8,1 por ciento que llevaría el haber mínimo de 316 mil pesos. Era un aumento insuficiente, pero representaba un avance.
Las jubiladas y jubilados están en el centro del ajuste de Milei. La erogación del Estado en jubilaciones y pensiones, según el Centro de Estudios de Política Económica, bajó un 28,9 por ciento en el primer semestre. Es el mayor recorte, superando a la obra pública, a los salarios estatales y a las transferencias a las provincias. En los tres primeros meses de 2024, las jubilaciones explicaron entre 32,9% y 37,0% del ajuste total. Al vetar la ley, Milei vetó también pagar lo que le debe a las provincias por coparticipación de los fondos previsionales, además de pagar los juicios con sentencia firme que ganaron los jubilados.
El recorte ataca también a las universidades y el sistema de ciencia y técnica. Ya tiene el próximo veto a tiro, la Ley de financiamiento universitario. Frente al anuncio, los gremios docentes y no docentes junto al movimiento estudiantil lanzaron un plan de lucha con clases públicas, volanteadas y radios abiertas y dos jornadas de paro nacional, mientras preparan para el 2 de octubre una gran marcha al Congreso, a la que también se sumará las centrales de trabajadores y organizaciones sociales.
El primer miércoles de octubre se unirán jubilados, estudiantes y trabajadores en protestas masivas. Septiembre fue un mes crítico para el gobierno, los aumentos de tarifas, la inflación superior a los 4 puntos, la represión a los jubilados y todo el esquema de “déficit cero” que provoca una tragedia social, se va acumulando. La ONU advirtió por la indefensión de la niñez sumergida en la pobreza; explotó el gasoducto del Norte, y Petronas puso en duda la mayor inversión de la historia. Como si fuera poco, el Papa criticó la represión a los jubilados y la corrupción en el gobierno. Las palabras de Francisco fueron muy directas y estuvieron en sintonía con el malhumor social que se va extendido.
Como señaló Cristina, el veto a la ley de movilidad jubilatoria fue un triunfo pírrico para el presidente que lo deja al descubierto frente a la sociedad: “Ahora ya es cada vez más explícito porque cada vez es más aguda la situación. Y cuando se pone más aguda la situación, más se van cayendo las máscaras y los disfraces, porque se disfrazaron de una cosa que no están haciendo y que no son. Esos cinco radicales que se dieron vuelta claramente porque les compraron el voto lisa, llana y literalmente pegaron a Milei con la casta. La casta de la que él hablaba es la casta con la cual pudo joder a los jubilados. Esta es la verdad de la milanesa”.
El presidente papadas que prometía eliminar la intervención del Estado, interviene, controla, decide y regula sobre el precio del dólar, la tasa de interés de referencia más que negativa y el salario con acuerdos a la baja y con topes. A la vez, libera los precios de bienes y servicios. El plan de ajuste es custodiado por las fuerzas del orden cada vez más numerosas y desbocadas. Ni minarquismo, ni libertad, solo un gobierno que utiliza al Estado como instrumento de opresión sobre las grandes mayorías, transfiere ingresos hacia el 1 por ciento más rico y descarga políticas de hambre contra los jubilados y trabajadores.