FIESTA PARA UNOS POCOS

¿En qué país vive?

Es ostensible el intento del gobierno nacional por instalar mediáticamente una percepción social positiva respecto a la gestión de Milei. El caballito es el “descenso” en el índice de inflación. Llamativamente, ese desapego respecto a la realidad no es sólo un rasgo de los libertarios, sino que impacta también en compañeras y compañeros del campo popular abrumados por la acción de medios masivos y redes sociales. Es importante no perder perspectiva de los acontecimientos generales que se desarrollan en el planeta y dónde se ubica nuestro país en ese contexto.

En el reciente encuentro anual del Club de Valdai, Vladimir Putin afirmó: “El antiguo orden mundial está muriendo irremediablemente, en realidad ya ha fallecido, y se está desarrollando una lucha seria e irreconciliable por el desarrollo de un nuevo orden mundial. Es un choque de los mismos principios que fundamentarán las relaciones entre los países y los pueblos en la próxima etapa histórica. Su resultado determinará si seremos capaces, mediante esfuerzos conjuntos, de construir un mundo que permita a todas las naciones desarrollarse y resolver las contradicciones emergentes sobre la base del respeto mutuo de las culturas y las civilizaciones, sin coerción ni uso de la fuerza. Y, por último, si la sociedad humana será capaz de conservar sus principios éticos humanísticos y si un individuo será capaz de seguir siendo humano.” La hegemonía yanqui está en declive, y Rusia lo demostró recientemente con acciones concretas. Biden pretende en su retirada arrastrar a Trump a un conflicto global (de consecuencias imprevisibles) y autorizó a Ucrania a utilizar sus misiles de mediano alcance. La Federación Rusa lo consideró un ataque nuclear (por estar respaldado por potencias nucleares), modificó su doctrina militar y lanzó un misil hipersónico (indetectable) con capacidad de albergar ojivas nucleares. Se acabaron los arrebatos del imperialismo. Van a tener que pensarlo antes, a no ser que quieran que esta sea “la última aventura del conocido Homo sapiens”, como advirtió alguna vez el compañero Fidel.

En la Cumbre del G20 realizada en Brasil, China socialista descolló nuevamente por su potencia arrolladora. Luego de celebrar con pitos y cotillón el triunfo de Trump, Milei fue con el rabo entre las patas a sacarse la foto con Xi Jinping, el principal enemigo estratégico del magnate norteamericano. China planteó que el acuerdo es por todo (swap, represas, inversiones, etc.) o por nada. Habrá que ver cómo se hamaca el presidente con peluca, que rinde pleitesía a los Estados Unidos, pero de golpe se olvidó de sus diatribas contra los comunistas. China acaba de inaugurar en el Perú el mega-puerto de Chancay, una enorme obra estructural que consolida la hegemonía comercial de la potencia socialista sobre el Pacífico. Trump nombró al furibundo Marco Rubio como su secretario de Estado, procurando recuperar posiciones en un continente donde se les escapa la tortuga. Volvemos al principio. ¿De quién es la iniciativa política en la actual etapa histórica?

Sumado a esto, debemos celebrar el triunfo del Frente Amplio en el Uruguay y un nuevo golpe al neoliberalismo en nuestra región. También se realizaron elecciones regionales en Chile, con resultados positivos. Lo expresábamos en el anterior número de Nuestra Palabra, al representar el mapa latinoamericano, hoy gobernado mayoritariamente por fuerzas progresistas, de izquierda y revolucionarias. El aislado es Milei y su política de hambre, saqueo y endeudamiento.

¿En qué país vive? El presidente lo sabe bien, es el que lograron imponer en tan solo 11 meses. Mientras unos pocos grupos concentrados disfrutan del veranito financiero que les garantiza cuantiosas ganancias, los laburantes, los jubilados, los que alquilan, los que laburan en negro y los que viven de un salario la están pasando mal. También muchas empresas y pymes, golpeadas por una profunda recesión. El consumo de carne es el más bajo en 28 años, los estatales perdieron más del 30 por ciento de su poder adquisitivo respecto a la inflación, los medicamentos constituyen hoy un bien suntuario, en fin, la coyuntura es insostenible. Lo que no podemos aventurar es cuándo va a saltar todo por los aires. Eso va a depender claramente de la capacidad de lucha y resistencia del movimiento de masas.

La situación se va a complicar más aún con el nuevo gobierno en los Estados Unidos. El proteccionismo de Trump contradice a Milei de plano. Su política de tasas altas para absorber dólares y orientarlos al interior de la economía norteamericana es una amenaza al gobierno. Esperan que Trump interceda ante el FMI para nuevos desembolsos, pero el Fondo exige una devaluación. La economía real hace agua por todos lados, por eso apelan a diversos movimientos políticos para llegar medianamente parados a las legislativas del 2025. Los ataques a Villarruel, quien mide tanto o más que Milei dentro del universo libertario, así como el intento para eliminar las PASO (que en la actual coyuntura permite ordenar las diferentes opciones opositoras) responden a la inminencia del inicio del año electoral.

Sin dudas, la proscripción de Cristina es el objetivo principal. Saldada la discusión en torno a la presidencia del PJ, la compañera empezó a caminar el país con un mensaje dirigido al conjunto de nuestro pueblo, y no tanto al seno del peronismo. Su rol en esta etapa es claramente insustituible. La crisis de la CGT (por la actitud cómplice y genuflexa de su conducción) puede comenzar a estructurar un bloque entre los sectores más combativos del sindicalismo que permita un proceso de luchas a la altura del enemigo que confrontamos: el fascismo neoliberal que pone en riesgo la existencia de nuestra Nación. Finalmente, es fundamental bancar y defender al gobernador Axel Kicillof, cuyas políticas contrastan frontalmente con las que impone el gobierno nacional. Entre ellas, adeudarle al gobierno de la Provincia de Buenos Aires 7,8 billones de pesos, lo que impacta negativamente en las condiciones de vida del mayor distrito del país. La única posibilidad de LLA de alcanzar una victoria en las próximas elecciones es fracturando la alternativa que represente los intereses de nuestro pueblo. La unidad de los que luchan y se proponen derrotar al neoliberalismo es el principio fundamental que debemos defender.