CRISIS POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL

La estafa es Milei

Es Milei porque constituye hoy el mayor símbolo del neoliberalismo en la Argentina, en su versión más agresiva, tendiente al terrorismo y pro imperialista, por tanto fascista. Este proyecto desnacionalizador comienza a crujir no por el escándalo de Libra y las cripto, sino que esta mejicaneada del presidente acabó destrabando y exteriorizando parte del descontento social que se viene acumulando desde hace más de un año. También en su núcleo de apoyo más sólido, donde de golpe se anotician que Milei no es tan solvente en temas económicos como creían que era. Inútil o chorro, inútil y chorro, el tiempo dirá. Probablemente la justicia federal de nuestro país (hegemonizada por una mafia pro yanqui) termine haciendo fulbito con la causa de las memecoin, pero en los Estados Unidos (donde radican la mayoría de los que timbearon) estos movimientos se penalizan con cárcel. Lo cierto es que al gobierno lo golpearon en uno de sus principales flancos, y ahora se le mueve toda la estantería.

Previo al estallido de las cripto, Milei ya venía carreteando en torno al talón de Aquiles de su política económica: los enormes vencimientos de deuda para 2025, la falta de dólares para afrontarlos y un tipo de cambio atrasado que le permite (junto al derrumbe del poder adquisitivo de los salarios) mantener una inflación “a la baja”, medida con canastas de consumo que datan de 2004. Vienen anunciando un salvataje con el Fondo que no se concreta (porque el FMI exige una devaluación y unificación del tipo de cambio) mientras siguen quemando reservas semana tras semana: el Banco Central perdió 600 millones de dólares durante los dos primeros meses de 2025, por eso ahora empiezan a echar mano a los activos del Fondo de Garantía de la Anses, previo cambio de mando en el organismo previsional. Los principales beneficiados por este modelo hambreador (los capitales extranjeros, la AEA y el complejo agroexportador) perciben que se llegó a un tope en sus rentabilidades si no se toca el tipo de cambio, y por eso empiezan a apretar. Milei no les está garantizando sus negocios, según la lógica expoliadora de los grandes capitales. Antes o después de las elecciones, el gobierno va a tener que devaluar. Es la crónica de una crisis anunciada.

Los que pierden para que aquellos ganen son los laburantes, los jubilados, los asalariados en general. La profunda caída de la actividad económica (construcción, industria manufacturera, comercio y hotelería y gastronomía reportan retrocesos históricos), acompañada por una avalancha importadora, sigue explicando el cierre de fábricas y la suspensión de jornadas laborales. Sólo este año, hubo varios casos resonantes que derivaron en luchas parciales a pesar del penoso accionar de la conducción patronal de la CGT. Las luchas se van a dar igual, más grandes o más chicas, porque el deterioro económico y social se agudiza día tras día. En el contexto de la sobredosis de información que caracteriza el momento actual, hay registros que no llegan a mensurarse ante cada nueva noticia. El consumo de leche, carne y yerba mate de los argentinos durante todo el 2024 arrojó indicadores sin precedentes. El consumo de leche per cápita fue el más bajo de los últimos 34 años: hay que remontarse a 1990 para encontrar un año con consumo similar. Respecto de la carne vacuna por habitante, los números del 2024 indicaron que fue el segundo más bajo desde que existe registro (1914). Las ventas de yerba mate en el mercado interno cayeron 9,2% y fue el más bajo desde 2016. Es lo que permite engañar el estómago, como se sabe. Ni para yerba.

En la edición de enero pasado de Nuestra Palabra planteamos que este 2025 debía ser de resistencia, organización y construcción de una alternativa que exprese los intereses de la clase obrera y el pueblo en general. Condiciones objetivas sobran. El desafío está en cómo promover las luchas que frenen a un gobierno dispuesto a “romper la calesita”, como dijo Milei. Ya la chocó. Están nerviosos, incluso sacados, por eso actúan con temeridad. Enarbolan el respaldo (sólo de palabra por el momento) de Trump, pero en un contexto continental que se afirma claramente hacia izquierda, y en un mundo donde el avance de China Socialista es incontenible, definiendo los tiempos de la confrontación con un imperialismo a la defensiva. ¿Cómo se traduce este análisis general en la práctica política concreta de los comunistas? Espíritu de ofensiva, política de concentración e inserción en el movimiento de masas. Sólo así vamos a crecer y a construir un Partido Comunista a la altura de las necesidades de nuestra Patria.