CTERA, SADOP y CONADU histórica fueron los principales gremios convocantes, acompañados de estudiantes, organizaciones sociales y la comunidad educativa en general concientes de la importancia de la resistencia popular a la destrucción de la educación pública.

Han eliminado, por decreto, violando la ley, la paritaria nacional docente. Incumplieron la Ley de Financiamiento Educativo. Están llevando a las escuelas de todo el país a situaciones muy difíciles, y a los maestros a endeudarse porque no llegan a fin de mes. Todos los días nos encontramos en nuestros sindicatos con jubilados que tienen que sacar créditos para pagar los servicios. Les quitan becas a nuestros pibes. Esta es una marcha contra la desidia, la represión y la violencia del discurso oficial.” Así definía Sonia Alesso de CTERA la gravísima situación, tanto salarial como presupuestaria, que atraviesa la docencia argentina al término de la marcha que marcó el inicio del paro nacional docente del 6, 7 y 8 de marzo.

Clausurada por Decreto en 2017, la realización de la Paritaria Nacional Docente es el principal reclamo de nuestros maestros, que ven día a día caer a niveles insoportables el poder adquisitivo de sus salarios por debajo de los niveles de pobreza. Solo seis provincias alcanzaron un acuerdo salarial en todo el territorio nacional.

Entre las demandas más importantes, figura la necesidad de mejoramiento de la infraestructura escolar, cuyo abandono se tradujo durante el pasado ciclo lectivo en la muerte de dos docentes tras la explosión de una garrafa en una escuela de Moreno, la electrocución de otro, el incumplimiento de la construcción de nuevos establecimientos para hacer frente a la creciente demanda de vacantes escolares, cuya ausencia deja fuera de la educación pública de gestión estatal a miles de nuestros niños, obligando a una población pauperizada por la inflación y el desempleo a acudir a la educación privada o condenar a sus hijos a la no escolarización, sobre todo en el nivel preescolar.

Los puntos esenciales del reclamo fueron: mayor presupuesto educativo, escuelas seguras, becas para los estudiantes, aumento para los comedores y copas de leche escolares.

Desde el Estado Nacional, el ministro de Educación intentó minimizar la protesta afirmando que no había un paro nacional porque “la Nación no tiene escuelas a cargo”, desnudando el nivel de desapego y desinterés de la administración hacia uno de los aspectos centrales de la acción de gobierno, mientras que desde la gobernación de la Provincia de Buenos Aires se afirmaba que la jornada se iniciaba con las “escuelas abiertas” durante el acto de inauguración del ciclo lectivo acompañado de la Gobernadora y otros funcionarios provinciales.

Desde los gremios se denuncia que estas políticas de exclusión tienden a crear las condiciones para la privatización educativa, y que el mantenimiento de salarios docentes por debajo de la línea de pobreza promueve la perspectiva de “escuelas pobres para pobres y escuelas ricas para ricos”.

La concepción de la administración neoliberal de la educación como una mercancía y no como un derecho fundamental, la restricción presupuestaria y las consecuencias del plan económico, van convirtiendo las escuelas en ámbitos donde los niños concurren a recibir alimentos antes que educación, panorama que venía en franco descenso durante el gobierno nacional y popular.

La organización docente crece

Por Florencia Diasprotti (Delegada de UTE y dirigente del PCCE)

Desde hace tres años el gobierno no cumple con la ley de la paritaria nacional docente. Esto implica que no se pueda debatir el piso salarial en todo el país y además que el Estado nacional sea el garante de ese piso.

En este contexto, tampoco se pueden plantear las condiciones de trabajo y la reapertura de los programas socioeducativos destinados a la inclusión educativa.

Con respecto a la Provincia de Buenos Aires, la infraestructura de los edificios sigue siendo un riesgo que la gobernadora Vidal no resuelve.

En la Ciudad de Buenos de Aires, este año la educación tiene el presupuesto más bajo de los últimos 20 años. El macrismo, desde que asumió su gestión en el año 2007, fue bajando sistemáticamente el presupuesto hasta llevarlo a su mínima expresión. Esto se ve reflejado en el recorte de los comedores escolares, las viandas, en la falta de vacantes, en los problemas de infraestructura y en el intento de cerrar escuelas, como fue el caso de los comerciales nocturnos. Es por eso que la organización docente crece y se fortalece para frenar el avance neoliberal en la educación.