BRASIL

¡No habrá golpe, sino lucha!

Brasil enfrenta una conspiración cada vez más explícita para golpear la democracia, la cual se puso claramente de manifiesto con la salida del gobierno del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

De un extremo al otro del mapa, se vienen sumando una cantidad impresionante de manifestantes en defensa de la democracia.

Ahora conspiran abiertamente, a la luz del día, sin escrúpulos, para desestabilizar a una presidenta legítimamente electa”, afirmó Dilma. En duras declaraciones, manifestó que la trama golpista tiene “dos jefes”, en referencia al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien en diciembre pasado aceptó iniciar el trámite para un posible juicio con fines de destitución, y al vicepresidente Temer, contra quien también se aprobó iniciar el proceso de impeachment. “Quedó claro que existen dos jefes del golpe que actúan en conjunto y de forma premeditada. Como muchos brasileños, tomé conocimiento y confieso que quedé chocada con la desfachatez de la filtración, que fue deliberada”, afirmó, ante la filtración de un audio con el discurso de Temer ensayado para asumir la presidencia luego del juicio político que apartaría a Dilma de la gestión de gobierno.

La Comisión Especial de la Cámara de Diputados encargada de analizar el proceso de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff está formada por 65 parlamentarios. Entre ellos, 16 están bajo investigación por parte del Supremo Tribunal Federal (STF) por diversos crímenes, la mayoría por corrupción. La Cámara de Diputados confirmó que celebrará tres sesiones extraordinarias, entre viernes y domingo, para decidir si el trámite para un juicio político contra la presidenta llega al Senado. El pleno de la Cámara baja deberá votar el informe aprobado en la Comisión Especial. Si los diputados respaldan el dictamen de la comisión, el debate pasará a manos del Senado, cuyos 81 miembros deberán decidir, por mayoría simple, si efectivamente se abre el juicio contra Dilma, quien, en ese caso, sería separada del cargo durante los 180 días que dure el proceso. Días atrás la cuarta minoría legislativa, el Partido Progresista (con 49 diputados) anunció su alejamiento de la coalición del gobierno, complicando aún más la situación de la presidenta.

Lula está recorriendo el país y, como un ministro sin cartera, mantiene conversaciones con todos los dirigentes para garantizar los 171 votos imprescindibles para repeler el intento destituyente en el Plenario. El retorno de Lula a los actos masivos se inició el 18 de marzo pasado en San Pablo cuando habló ante más de 100 mil personas, un día después de haber jurado como miembro del gabinete. Para la dirigencia opositora fue devastador observar la convocatoria del fundador del PT pocos días después de que Aécio Neves en un mitin opositor fuera echado mientras se le impidió subir al palco para hablar.

El dos veces presidente electo Lula se perfila como un fuerte candidato ya que lidera las preferencias del electorado con el 21 por ciento de intenciones de voto, de acuerdo con una encuesta de la consultora Datafolha publicada esta semana por Folha de San Pablo.

En el último mes, las iniciativas contra el golpe han proliferado y se han unido muchos sectores de la sociedad, con la participación espontánea de miles de personas, de los movimientos sociales, intelectuales y artistas. Incluso, sectores de izquierda que históricamente fueron críticos al gobierno se encuentran en las calles en defensa de la democracia. También hubo una proliferación de iniciativas de colectivos de la cultura, el cine, teatro, intelectuales y estudiantes de casi todas las universidades federales. De un extremo a otro del mapa, se vienen sumando una cantidad impresionante de manifestantes. Lo que ha sido una clara muestra de la capacidad de las organizaciones políticas y movimientos sociales para dejar bien claro en las calles que hay una fuerte resistencia al intento de golpe institucional.