Mexico ¿lindo y querido?

La reciente represión a los maestros y padres de alumnos en Oaxaca, con su luctuoso saldo de 12 muertos, más de 50 heridos y 25 desaparecidos, es un capítulo más de la triste realidad que vive el hermano pueblo de México y su población pauperizada por sucesivos gobiernos priistas.

Flotan en el aire, aun, los 43 de Ayotzinapa cuya desaparición no ha sido esclarecida. La represión se produce en un contexto donde los maestros de la zona más pobre de México llevan adelante una medida de fuerza en oposición a la Reforma Educativa propuesta por el gobierno de Peña Nieto. La reforma aprobada en 2012 supone una evaluación obligatoria para los profesores poniendo en riesgo la estabilidad laboral. Para torcer la mano de la CNTE (gremio docente mayoritario en la región de Michoacán) Peña Nieto determinó que el Sindicato perdiera su personería jurídica y el arresto de dos de sus dirigentes.

Paralelamente, el Presidente concretó un recorte de aproximadamente 6.000 millones de pesos en educación y derogó el Programa Escuelas Dignas, que tenía un presupuesto de 3.000 millones de pesos.

Intelectuales, políticos de la oposición mexicana y del mundo, reclaman el esclarecimiento de estos hechos y destacan el carácter dictatorial de la administración proimperialista de Peña Nieto que acumula cientos de muertos por la represión y un número no determinado de desaparecidos, a la vez que la sumisión económica de México al ALCA provoca la pauperización de una sociedad que ya cuenta más de 40 millones de marginados o superexplotados, mientras el narcotráfico campea por sus fueros sin que se logren hallar soluciones al flagelo cuyos sicarios aumentan el número de víctimas luctuosas entre el pueblo y el periodismo (segunda profesión con más decesos en tierra azteca).

Desde sectores del progresismo latinoamericano y caribeño, se hacen oír voces que reclaman al Sec. Gral de la OEA, Luis Almagro, la aplicación de la Carta Democrática al gobierno neoliberal y genocida de Peña Nieto, ante la creciente ola represiva desatada por sus fuerzas de seguridad.