PALESTINA

Otra agresión sionista

El pasado 11 de noviembre, el Estado terrorista de Israel bombardeó e intentó invadir la asediada Franja de Gaza en una operación encubierta para asesinar a líderes de la resistencia palestina. El saldo fue de siete palestinos y un soldado israelí muertos, además de una cantidad indeterminada de civiles palestinos heridos. La agresión rompió con una tregua que existía desde hace unos meses como consecuencia de la victoriosa “Gran Marcha del Retorno”, una serie de manifestaciones populares realizadas durante todo el año en las que decenas de miles de palestinos exigieron el fin del bloqueo contra Gaza y por su derecho fundamental a regresar a sus tierras.

Al otro día del ataque y como respuesta, la resistencia palestina lanzó una decena de cohetes hacia territorio ocupado, algunos de ellos pudiendo romper con la “Cúpula de Hierro”, el sistema de defensa antimisiles de Israel. Esto generó un nivel de descontento importante en algunas zonas residenciales israelíes, cuyos colonos salieron a manifestarse contra su propio gobierno, al que acusaron de no saber sobrellevar la situación y poner en riesgo a la población civil.

Los medios de difusión occidentales, como de costumbre, “informaron” solamente acerca de la respuesta palestina, pero omitieron la agresión israelí y la violación de la tregua: es la vieja táctica del sionismo y la derecha fascista de “tirar la piedra y esconder la mano”.

El día 13 de noviembre el ejército sionista volvió a atacar Gaza bombardeando diversos objetivos, entre ellos viviendas, una estación de televisión y una universidad. Las cifras de heridos no se conocen todavía aunque si se confirmaron tres muertes al cierre de esta edición. El mundo no tardó en condenar este nuevo ataque genocida y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia alertó que la situación “podría derivar en una contienda militar de grandes proporciones”. Recordemos que Israel es un Estado colonial apoyado y financiado por el imperialismo estadounidense, mientras que la Autoridad Nacional Palestina es apoyada de forma directa por países como Siria e Irán, que a la vez son aliados de Rusia. Los imperialistas tienen que saber que el pueblo palestino no cederá nunca y continuará resistiendo y luchando por su liberación.