UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA

Un nuevo proyecto para México

Desde el primero de septiembre, México cuenta con un Congreso mayoritariamente de izquierda por primera vez en su historia desde la llamada transición democrática. Es la consecuencia del aplastante triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador. Una situación que muestra el resquebrajamiento del régimen político tradicional en México.

 Los partidos de la izquierda mexicana se constituyeron como fuerzas políticas importantes. Sin embargo, no pudieron quebrar el bipartidismo encabezado por el PRI y el PAN, impulsores de las políticas neoliberales que el país mantuvo por décadas y que dieron como resultado la situación de desintegración social, desigualdad y pobreza que sufre la segunda economía de América Latina.

El proyecto político que se delinea en México, un país de gran importancia geopolítica, económica y cultural, ha renovado las esperanzas de las fuerzas de izquierda, los movimientos populares y los gobiernos progresistas de la región. Ha despertado el interés de Rusia y China. Y hasta el bravucón del Norte, que hizo de la humillación a los mexicanos parte fundamental de su agenda política, parece haberse tomado una tregua frente el caudal de votos y el respaldo popular del nuevo presidente.

Los anuncios hechos por AMLO confirman estas expectativas: incrementos sustantivos en salud y en educación públicas; el mantenimiento y mejoría de becas y auxilios monetarios frente a la inflación y la falta de empleo; un plan de desarrollo de pequeñas y medianas empresas y un programa de apoyo universal a los adultos mayores. Las prioridades legislativas de su partido incluyen la revocación de mandato; eliminación del fuero presidencial y de funcionarios; salario mínimo; derogación de la reforma educativa instaurada a sangre y fuego por Peña Nieto; la restitución de la Secretaría de Seguridad Pública y las modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública en función de descentralizar el aparato del Estado.

Además, algunos hechos concretos muestran la voluntad de cambio de MORENA. En especial, la decisión de AMLO de cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco, particularmente resistida por el poder real. López Obrador, que asumirá como presidente el 1 de diciembre, se apoyó en una consulta popular para terminar con el proyecto del aeropuerto.

En esta misma línea se ubican las reuniones con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que fue el pilar de la resistencia a la Reforma educativa y defensora de la educación pública, laica y gratuita y de las luchas sociales de México. De igual modo, la defensa en política exterior de los principios de la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias se hace manifiesta frente a la pretensión de la derecha nacional (los más activos son el Partido Acción Nacional y los expresidentes Fox y Calderón) e internacional (de la mano de Aznar y el grupo nucleado en IDEA) de que AMLO revoque la invitación al presidente Maduro a su toma de posesión.

La idea lanzada en campaña de la “cuarta transformación”, se alinea con tres momentos de la historia de México de profundas renovaciones: las guerras de independencia, la reforma juarista y la Revolución Mexicana. Implica una mayor democratización en todos los ámbitos: políticos, sociales, económicos y culturales y una mayor independencia nacional. La victoria de un gobierno independiente, democrático y popular en México adquiere mayor magnitud frente la ofensiva del imperialismo sobre Latinoamérica y el Cono Sur.

La victoria de un gobierno independiente, democrático y popular en México adquiere mayor magnitud frente la ofensiva del imperialismo sobre Latinoamérica y el Cono Sur.