A pesar de la big data, las fake news y todas las operaciones judiciales posibles, el 10 de diciembre próximo asumirá Alberto Fernández como Presidente de la Nación. Aquí, los números que hicieron al triunfo.

Tras una campaña extensa y en un marco de amplia unidad, el Frente de Todos logró obtener importantes resultados parciales en las elecciones nacionales del 27 de octubre. El pueblo argentino demostró su descontento con las políticas saqueadoras y hambreadoras del gobierno neoliberal y se mostró en favor de un país que abra las persianas de las fábricas, reactive el consumo y distribuya equitativamente las riquezas. De esta manera, en la categoría Presidente y Vice, el binomio Fernández-Fernández logró imponerse, al cierre de esta edición, con un 48,10% contra el 40,37% alcanzado por Juntos por el cambio. Es la primera vez en nuestra historia democrática que un gobierno en funciones no resulta reelecto luego de su primer mandato.

Clave en este sentido resultó el comicio en la Provincia de Buenos Aires, principal distrito en lo que a cantidad de votantes refiere. A la espera del escrutinio definitivo, podemos afirmar que el FdT se impuso en 4 de las 8 secciones electorales, entre ellas la 1era y 3era, con más de 8.550.000 electores. El compañero Axel Kicillof obtuvo un 52,28% de los votos contra el 38,39% alcanzado por la gobernadora en funciones María Eugenia Vidal. Victorias en populosos distritos como La Matanza, que tiene más de un millón de electores y donde el Frente de Todos le sacó casi 40 puntos de ventaja al candidato amarillo; Florencio Varela, donde se logró más del 53% de los votos; y Lomas de Zamora, donde Insaurralde alcanzó casi el 60% del electorado en su favor.

Vale la pena destacar que el campo nacional y popular recuperó las intendencias de Quilmes (donde la compañera Mayra Mendoza se convirtió en la primera intendenta en la historia del municipio) y Morón con la victoria de Lucas Ghi con el 54% de los votos. Además de distritos con victorias verdaderamente apabullantes como Berazategui (donde se obtuvo la mayor diferencia respecto a las huestes de Macri, con más de 40 puntos de diferencia), Avellaneda (donde Ferraresi se impuso con el 61% de los votos) o Ensenada (en la que Mario Secco obtuvo un 70,75% de los sufragios). En municipios como Tres de Febrero se realizó una excelente elección, aunque no alcanzó para desplazar al actual intendente PRO. También fueron significativos los resultados en La Plata y Mar del Plata, con una perspectiva importante de cara al futuro.

Vale decir que en el interior de la Provincia se lograron triunfos en Coronel Suárez, Baradero, Salliqueló, Carlos Tejedor, Las Flores, Mar Chiquita, entre otros.

Con respecto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Frente de Todos se constituyó como la principal fuerza de oposición, muy lejos de la tercera, y con un aumento de 11 puntos porcentuales en relación a la última elección presidencial.

Respecto a las provincias argentinas, el Frente de Todos se impuso en la mayoría de ellas. Tanto en el NEA como en el NOA la fuerza de Cristina obtuvo grandes victorias: como en Formosa con el 64,80% de los votos; en Chaco donde se obtuvo más del 55% de los votos; por su parte, Santiago del Estero concentró la mayor diferencia de votos entre las dos primeras fuerzas, ya que mientras el Frente de Todos alcanzó un 74,56%, Juntos por el Cambio arañó un 18, 62%. En la región central, con mayor presencia urbana, de clase media y sectores agropecuarios, Cambiemos recuperó terreno respecto a las PASO. No obstante, en el caso de Entre Ríos y Santa Fe, la diferencia es de centésimas a favor de Macri, por lo que habrá que esperar el resultado que arroje el conteo definitivo. En la Patagonia también se sucedieron los triunfos del Frente de Todos: más de 30 puntos de ventaja sobre el oficialismo en Tierra del Fuego y Santa Cruz (en esta última se recuperó Río Gallegos, iniciático bastión kirchnerista), 28 puntos por encima en Río Negro, y más de 20 en Chubut.

De este modo, en un nuevo aniversario de la muerte del compañero Néstor, volvió a brillar un sol para Todos, para que nuestro país retome definitivamente la senda de la inclusión.