En el segundo día del cese de comercialización, la medida de fuerza de las entidades rurales se quedó sin impacto y sus propios dirigentes comenzaron a manifestar la necesidad del diálogo con el gobierno.

El ministro de Agricultura, Luis Basterra, afirmó que el cese de ventas de carne y granos convocado por la Mesa de Enlace “fue más una cuestión declamatoria que concreta”, y aseguró que el esquema de retenciones anunciado no se modificaba. En concreto, la medida no tuvo impacto en el transporte, ni en el ingreso a puertos y tampoco en la negociación en los mercados de futuros y opciones. Los frigoríficos se anticiparon a comprar durante el fin de semana pasado, ante la incertidumbre.

El nuevo esquema de retenciones es más progresivo y reparte mejor la carga entre los productores. En total contempla una baja en la alícuota de 22 productos y otros 20 no tendrán cambios. El girasol, maíz y arroz bajan entre 2 y 7 puntos la alícuota. El ganado, el tomate y hortalizas se mantienen igual. El complejo sojero aumenta 3 puntos porcentuales, de 30% a 33%. Sin embargo, este incremento alcanzará solo al 26% de los productores de soja (14.884) que producen el 77% del volumen total de la oleaginosa, mientras que el 74% (42.406) tributarán como máximo el 30%. Por ejemplo, un productor que comercializa 100 toneladas (tn) anuales se le cobrará retenciones por el 20% de sus exportaciones de soja; de 101 a 200 toneladas, 23%; de 201 a 300 toneladas, 26%; de 301 a 400 toneladas, 28%; de 401 a 500 toneladas, 29%; y de 501 a 1.000 toneladas, 30%.

La sociedad y muchos productores entendieron que la medida es una política distributiva con sentido de equidad social por el impacto menor para los sectores que más necesitan ingresos, inclusive dentro del mismo sector agrario. Además, las retenciones desacoplan los precios internos de los internacionales.

La CRA fue la que propuso el lockout patronal de cuatro días mientras que los demás organismos no estaban muy de acuerdo. La segmentación para impedir que fueran afectados los pequeños y medianos productores generó muchas diferencias en el frente interno de la Mesa de Enlace. De hecho, las seccionales de Pergamino y Tandil de la Federación Agraria se declararon en contra de lo decidido por la dirección de la Federación. Muchos otros representantes de pequeños y medianos productores empezaron a desmarcarse. No es para menos, la primera categoría de segmentación -la ofrecida hasta los mil quintales de producción- incluye a casi 13000 chacareros, estos van a pagar 13 puntos menos de retenciones; al 70% de los productores sojeros la medida no los afecta ni los toca y, en cambio, los favorece. Por otra parte, la suba de los tres puntos en la soja beneficia, y mucho, a otros 24 cultivos y economías regionales, a los que se les rebajan los derechos de exportación.

“Los autoconvocados son dirigentes opositores disfrazados de chacareros. La sociedad está sintiendo que este paro es incomprensible. Hemos cuidado a la mayoría de los productores. No se entiende qué están haciendo”, subrayó Alberto Fernández.

La derecha histórica representada por los medios hegemónicos y las patronales del campo pretendían darle vida al frente opositor sin propuesta alternativa y asfixiado por los 4 años de gobierno de Cambiemos. La sociedad argentina está agobiada por la crisis y la recesión, las terribles condiciones en que dejaron el país no dan margen, por ahora, para poner los tractores en Plaza de Mayo. La intentona fue un fracaso.