El 16 de julio participamos de la primera reunión del Instituto Nacional de Juventudes (INJUVE), cuya directora es Macarena Sánchez, con representantes de organizaciones sociales y políticas de todo el país. En las diferentes intervenciones se vislumbró la compleja situación social, económica y educativa de la juventud argentina, producto de cuatro años de gobierno neoliberal.

Nuestro aporte tuvo por eje la importancia de la participación política de la juventud. No sólo para resolver problemas (por demás acuciantes) de los barrios, escuelas, universidades, lugares de trabajo, etc. sino, también y centralmente, en la lucha por la construcción de un proyecto de país nacional, popular, democrático y latinoamericanista.

Entendemos, pues, que el involucramiento de la juventud en la discusión política no es otra cosa que uno de los más importantes legados de los 12 años de gobierno kirchnerista. Hoy, para salir de la crisis en la que el neoliberalismo nos sumió, debemos convertir en organización juvenil y popular, junto a Alberto y Cristina, el sueño que Néstor Kirchner nos propuso.