Se desarrolla en Bahía Blanca el juicio a cuatro genocidas acusados por 24 asesinatos cometidos en 1975. Son aquellos que no murieron impunes y siguen las audiencias mediante videoconferencia. Entre los acusados está Roberto Aceituno, único imputado por el homicidio del camarada David “Watu” Cilleruelo, militante de la Fede, asesinado el 3 de abril de 1975 en los pasillos de la Universidad Nacional del Sur (UNS) por una patota de la Triple A, que además era la guardia personal del entonces rector interventor, el colaboracionista nazi rumano Remus Tetu.