Los proyectos que atentan contra la vida y el ambiente impulsados por el gobernador Arcioni no cesan. La resistencia tampoco. Valiéndose de un proyecto de zonificación que implica el 70% de del territorio provincial, el gobierno chubutense y las multinacionales mineras buscan explotar la zona de la meseta patagónica afectando el agua del Río Chubut, un acuífero encontrado y la energía para extraer oro y plata. “500 revoltosos no van a impedir el proyecto”, aseveró Arcioni días atrás desconociendo las más de 30 mil firmas reunidas por los asambleístas en rechazo de la megaminería. El destino de los fondos que la Nación le envió a Arcioni aún se desconoce, al tiempo que la crisis social y ahorcamiento económico se agrava tras años de mala gestión. Múltiples conflictos se suscitaron en este marco entre los que siempre se mantiene ondeando la bandera del “No a la Mina”.