ANTE LA TRAGEDIA EN LA
COMARCA ANDINA DE CHUBUT

Incendios forestales, neoliberalismo y ecocidio

En este marzo hemos vivido la tragedia de los incendios forestales en la Comarca Andina de la provincia de Chubut. También en las sierras de Tandil en la provincia de Buenos Aires. Cercanos están todavía los de Traslasierra y los del Valle de Punilla en Córdoba, o los pastizales y humedales del Delta del Paraná en la provincia de Entre Ríos y otros en distintos puntos del país durante 2020.

También en 2020, fueron arrasadores los incendios de bosque tropical en la Amazonia brasileña, en Paraguay y Bolivia, en los que fueron devastadas millones de hectáreas de ese ecosistema tan sensible y rico en biodiversidad.

En todos los casos, con variantes, todos los caminos conducen a los intereses mezquinos y depredadores de la gran producción y renta agropecuaria, los grandes proyectos inmobiliarios y de la megaminería como el origen intencional y criminal de los mismos.

En virtud de ello, en diciembre de 2020, el Gobierno nacional promulgó la Ley de Manejo del Fuego, impulsada por el compañero Máximo Kirchner, que protege los ecosistemas de los incendios accidentales o intencionales y prohíbe la venta de terrenos incendiados en plazos de entre 30 y 60 años para evitar prácticas especulativas, usos distintos a los previos y emprendimientos inmobiliarios.

Sin embargo, esta importante ley, cuestionada fuertemente por tales intereses depredadores, pero aprobada por mayoría de ambas Cámaras legislativas, no alcanzó para evitar la tragedia que hoy golpea a las localidades de Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén, Epuyén y Cholila, en la Comarca Andina de Chubut, y enluta a todo el país.

Bienvenida la pronta asistencia del Gobierno Nacional ante la catástrofe, el papel del ministro Juan Cabandié al frente del Ministerio de Ambiente de la Nación, así como la solidaridad del pueblo argentino. Pero será necesario avanzar decididamente en la investigación, criminalización y condenas efectivas para poner freno definitivo a estos hechos deplorables, en lo que constituye otro campo de batalla clave en la lucha popular contra el neoliberalismo ecocida.