Larreta o el verdadero vacunatorio VIP
El plan de vacunación en la Ciudad de Buenos Aires, la jurisdicción más rica de todo el país, es a poco de andar un escándalo. La muralla mediática del monopolio Clarín y compañía bombardea con el tan mentado “vacunatorio VIP” para acorralar al Gobierno Nacional ocultando deliberadamente el verdadero vacunatorio VIP que existe en la Argentina, el que comandan Horacio Rodríguez Larreta y el ministro Quirós desde la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma.
Es que el Gobierno de la Ciudad, contrariamente a lo establecido desde el comienzo por el Estado Nacional y a lo realizado, por ejemplo, por la Provincia de Buenos Aires (que ya lleva casi 1 millón de vacunados en lo que ya es el plan de vacunación más complejo y exitoso de la historia de la Provincia y el país) entregó el control de las vacunas a las prepagas para que sean estas las que las distribuyan entre sus clientes. Esto supone ceder el rol de centralización y planificación estatal conforme a un sistema de prioridades públicamente conocido que garantiza equidad y transparencia en el acceso a la vacuna, y dejar la vacunación en manos de grandes empresarios para que la distribuyan entre sus clientes conforme al único criterio que conocen: el lucro capitalista. En este punto no existen fisuras dentro de “Juntos por el Cambio”: desde Jujuy Gerardo Morales nos cuenta que las clínicas privadas vacunaron “hasta los perros y los gatos”; desde la embajada y sus canales de TV, Patricia Bullrich aboga por el “sálvese quien pueda” comprar la vacuna.
La contracara de esta entrega pudimos verla y vivirla el pasado 9 de marzo, en lo que constituye una de las postales más lamentables de los 14 años de macrismo en la Ciudad de Buenos Aires: las eternas colas de abuelos y abuelas de más de 80 años aglomerados de a miles a pleno sol en los únicos tres puntos (si, tres…) de vacunación designados por el gobierno de Larreta, con demoras de horas e inscripciones interminables, una detrás de la otra, sin distancia social ni personal del gobierno de la Ciudad que ordenara la situación (mucho menos representantes del gobierno que huyeron como ratas para no poner la cara), en ambientes cerrados y saturados de gente. El mensaje fue claro: esto es lo que depara el sistema en la Ciudad de Buenos Aires para quienes no puedan pagar miles de pesos todos los meses a una empresa privada de salud amiga del macrismo. Lejos de un operativo de vacunación, parecía una operación de prensa cuidadosamente planificada para desalentar la vacunación. Un operativo anti-vacunación para las mayorías.
Por todo esto, es necesario redoblar esfuerzos para exigirle al gobierno de la Ciudad un plan de vacunación transparente y garantizar un acceso igualitario y digno a la vacuna. ¡No al vacunatorio VIP de Larreta!