68 AÑOS DEL ASALTO AL MONCADA

Para nosotros siempre es 26

Por Rodolfo G. Módena

El 26 de julio de 1953, un grupo de jóvenes revolucionarios cubanos encabezados por Fidel Castro, asaltaron el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y el Cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo. Aquellos jóvenes reivindicados como pertenecientes a la Generación del Centenario (por el centenario del natalicio de José Martí) intentaron, fallidamente, derrocar a la dictadura criminal y proyanqui de Fulgencio Batista.

Muchos de ellos, o cayeron en combate, o fueron -como Abel Santamaría- brutalmente torturados y asesinados por los esbirros de la dictadura fascista.

Varios compañeros sobrevivieron. Fueron encarcelados, enjuiciados, condenados y luego expulsados al exilio. Fidel supo dar su monumental alegato “La historia me absolverá”, el que se convertiría en el programa revolucionario del naciente Movimiento 26 de Julio.

A pesar de la derrota militar del Moncada, desde su exilio en México se reorganizaron para volver y vencer. Expedición del Granma, desastre en Alegría de Pío, Sierra Maestra y victoria revolucionaria del 1º de enero de 1959. Menos de seis años después.

Gobierno revolucionario, Reforma Agraria, nacionalizaciones de empresas estratégicas en manos yanquis u oligarcas, heroica campaña de alfabetización en masa, zafras azucareras proletarias, Playa Girón, Crisis de los Misiles, declaración del carácter socialista de la Revolución, las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y la refundación del Partido Comunista de Cuba por la integración y fusión del M26, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario.

“El Moncada nos mostró el camino a recorrer, y desde aquel alto ejemplo, para nosotros siempre es 26”, cantaba Carlos Puebla a los cuatro vientos.

Misiones internacionalistas heroicas como pocas, tanto militares como sanitarias, educativas, deportivas, etc. de la Revolución Cubana por el mundo, se han constituido en ejemplos prácticos sublimes del ideario martiano y marxista-leninista enarbolado por Fidel y la joven Generación del Centenario en 1953: “Patria es Humanidad”.

Cierta vez, por los primeros noventa, cuando el Período Especial causado por el bloqueo norteamericano y “el desmerengamiento” contrarrevolucionario de la URSS, Fidel dijo que “cada generación debe tener su Moncada”. Que había que templar y retemplar siempre el espíritu revolucionario del Partido y del pueblo para afrontar cada nuevo desafío. Y así fue, así es y será; ayer, hoy y siempre.

Recientemente, como tantas otras veces, el imperialismo y sus lacayos de la gusanera pretendieron generar cierta zozobra en Cuba. Ya sabemos lo que pasó con algunas protestas montadas desde los grandes medios de comunicación del capital concentrado transnacional, redes sociales y ciertas ONGs financiadas desde Miami u otros centros del imperio yanqui o europeo: el pueblo cubano salió a las calles masivamente en defensa de su Revolución y de su Socialismo, con Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro y los comunistas al frente.

Antes, el camarada Miguel Díaz-Canel Bermúdez hizo su llamamiento revolucionario: “Como dije en el informe de clausura del Congreso del Partido, a la revolución la defendemos entre todos los revolucionarios. Y en la primera fila los comunistas”.

Y Carlos Puebla nos sigue cantando: “La conciencia y el valor triunfaron sobre el ayer, y desde aquel mismo instante, para nosotros siempre es 26”. Siempre es 26.