8M: la deuda es con nosotras 

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, estuvimos presentes como siempre en la masiva concentración en el Congreso de La Nación con nuestras banderas, afiches y periódicos a fin de visibilizar las reivindicaciones propias de las mujeres y las disidencias, y que también nos atraviesan como pueblo en su conjunto. 

En el marco del acuerdo con el FMI, al que caracterizamos como de cogobierno por los condicionamientos que atentan contra el crecimiento y desarrollo con distribución, decimos más que nunca: La deuda es con nosotrxs. Los 4 años de gobierno neoliberal macrista sumados al Covid 19 golpearon y afectaron principalmente a las mujeres y disidencias trabajadoras y más humildes. Por el deterioro y brecha en los ingresos, por la desigualdad en las tareas de cuidado, por la falta de independencia económica, las dificultades para estudiar, acceder al trabajo formal, un círculo de violencias que generan un caldo de cultivo cuyas consecuencias más salvajes e irreversibles son la violencia física, los abusos y femicidios que no disminuyen. 

El compromiso oficial asumido y la creación de los ministerios deben materializarse en más presupuesto, recursos genuinos y eficientes, ya que sin ellos no hay igualdad de género posible. En ese sentido saludamos la iniciativa del ministerio bonaerense a cargo de la compañera Estela Diaz, que se orienta en crear áreas de géneros y equipos en todos los municipios de la provincia y descentralizar los recursos provinciales, ya que es en el territorio el lugar natural donde van las mujeres y disidencias a plantear sus demandas y problemáticas, que requieren atención inmediata y directa sin intermediarios ni burocracia. Por eso, es imprescindible sostener y profundizar la organización, la lucha y movilización para empujar al gobierno nacional a que cumpla con la plataforma que propuso en el 2019. La reforma judicial con perspectiva de género es otra de las batallas principales pendientes que seguiremos impulsando. 

El reciente derecho a la IVE fue producto y ejemplo a seguir de una larga lucha de miles de mujeres de distintas generaciones. 

Hoy la tarea y desafío es estar unidas como colectivo, participar y seguir luchando junto al resto de los sectores estudiantiles, del trabajo, de la ciencia, de la pequeña y mediana industria, del comercio, de los barrios y del Estado, entendiendo que sin un proyecto de país con crecimiento y distribución no hay igualdad posible. Y que, de los discursos y anuncios se debe pasar a la acción concreta, decidida y firme de mejorar la calidad de vida de todxs nuestros compatriotas.