ALTA CONCENTRACIÓN Y ALZA DE LOS COMMODITIES

La tormenta perfecta

El alza del precio internacional en los commodities provocado por el conflicto en Ucrania, vuelve a dejar expuesto un problema estructural pendiente de solución, que es el de la movilidad en las retenciones. El trigo pasó de 310 dólares la tonelada en diciembre 2021, a unos 440 actuales.

El precio de los alimentos a base de harinas aumentó un 2,2% los primeros días de marzo, esto es un punto más de lo que había aumentado en todo febrero (1,3%). Los aceites ya registran una suba del 2% en lo que va de marzo. Llueve sobre mojado.

Esto se da en medio de una alta concentración en la comercialización de alimentos, que es uno de los factores determinante de la inflación. Dicha concentración lleva a mecanismos no competitivos de fijación de precios y captación de rentas extraordinarias.

Una investigación del CEPA destaca que seis grandes cadenas concentran el 80 por ciento de las ventas de todo el sector supermercadista del país. Dentro del rubro Alimentos y Bebidas, existen segmentos en los que una sola empresa tiene una posición absolutamente dominante, como ocurre en yogures (77% Danone), embutidos (79% Swift), jugos en polvo (77% Mondelez), gaseosas (75% Coca Cola), fideos (73% Molinos), cervezas (71% Quilmes) y hasta en la leche (69% Mastellone). En algunos casos, una sola empresa con diferentes marcas participa en hasta 12 categorías diferentes de productos, teniendo posición dominante en seis de ellas. En otras, se crean “segundas marcas”, para aparentes competencias, como por ejemplo Cervecería Quilmes que comercializa siete marcas distintas de cerveza, que sólo aparentemente compiten entre sí. 

Otro tanto sucede con Molinos Río de la Plata, que controla más del 70% del mercado, pero a través de seis marcas distintas. Siguiendo el criterio de la legislación de Estados Unidos con respecto a la calificación de “Alta” o “Muy alta” concentración, se encuentra que al menos en 15 productos se da una situación de muy alta concentración (más del 70% de las unidades vendidas por una sola empresa) y en 14 de alta concentración (más del 40% de las ventas facturadas o unidades vendidas en una determinada categoría de producto).

En este contexto, y referido al indudable impacto que el aumento de los commodities va a tener en los precios relacionados al trigo, el maíz y sus derivados, se piensa nuevamente en la movilidad o aumento en las retenciones, como una solución más completa y duradera. 

Pero el gobierno está concentrado en cerrar en el Senado el acuerdo con el FMI. El fantasma de la “125 y lockout patronal del 2008” asusta al ministro de agricultura Julián Domínguez, quien considera que subir retenciones sería abrir un nuevo frente de conflicto, sumado a que parte del gabinete prefiere la “autorregulación del mercado”. La postura del Secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, quien considera que hay un peligro cierto de que se descontrole la inflación, y que son necesarias medidas drásticas, cuenta con el respaldo de Máximo y de Cristina.