DE GUERNICA A UCRANIA

Entre el horror del nazismo y la hipocresía burguesa

Este 26 de abril se cumplen 85 años del atroz bombardeo nazi sobre la indefensa ciudad vasca de Guernica, durante la Guerra Civil Española. Aquel hecho terrible, inmortalizado en la obra maestra del pintor malagueño Pablo Picasso, fue perpetrado por la Luftwaffe contra la democracia española ante la mirada cómplice de las “democracias” occidentales que alentaron el advenimiento del nazi-fascismo en Europa. Fue en 1937 y hoy, como tantas veces, vuelve a hacer eclosión el huevo de la serpiente incubado por el imperialismo norteamericano y sus peones europeos.

Resulta que los “demócratas” que engendraron a la bestia nazi, pretenden comparar con Guernica el mentiroso y horrendo montaje en las calles de la ciudad ucraniana de Bucha, tras el repliegue ordenado de las tropas rusas que la habían ocupado. La operación es tan clara como perversa: se trata de culpar a Rusia de todas las atrocidades cometidas por el enemigo nazi.

Se suele decir que, en la guerra, la primera víctima es la verdad. Sin embargo, nosotros afirmamos que, tardo o temprano, la verdad se impone.

Cuenta una anécdota que en una exposición de arte en París durante la ocupación nazi, un oficial alemán le preguntó a Picasso sobre su pintura: “¿Esto lo hizo usted?”, a lo que el pintor respondió secamente: “No, lo hicieron ustedes”.