G7 VS CUMBRE EUROASIÁTICA

El avance de China, obsesión de los yanquis

Días atrás se realizó en Hiroshima (escenario de más de 200.000 muertes por el ataque atómico de los yanquis en 1945) la Cumbre del G7. Está compuesto por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Participaron en carácter de invitados los presidentes de Brasil y la India. El tema excluyente del cónclave giró en torno a los desafíos que impone China Socialista a las pretensiones hegemónicas del imperialismo. Aunque el G7 permanece como el más potente y cohesivo bloque económico del mundo, su proporción en la producción global en términos de paridad de poder adquisitivo ha descendido del 44 al 30% desde el principio de este siglo. Mientras que la de China ha crecido del 7 al 19%, convirtiéndola en una superpotencia económica. Además, diecinueve países han pedido membresía en el BRICS, que ya consta de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.

La Cumbre versó sobre los “peligros de China” para la seguridad global, su expansionismo militar, etc. La portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, aportó un poco de luz al respecto. Dijo que “China es el motor número uno de la economía mundial (contribuye a un mayor crecimiento que los miembros del G7 combinados), el principal socio comercial de más de 140 países y el segundo mayor contribuyente a la financiación de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU”. Acentuando que “al mundo real no se le lavará el cerebro ni se le engañará”, Hua planteó que “si China es una amenaza, ¿entonces qué son algunos miembros del G7 que van a la guerra contra Estados soberanos, derrocan gobiernos extranjeros legítimos, abandonan tratados multilaterales y coaccionan a otros países para que rompan las cadenas de suministro?”. La portavoz recordó que EE.UU. protagonizó decenas de operaciones de cambio de régimen en otros países a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado. Las cifras preliminares muestran que entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 2001 hubo 248 conflictos armados en 153 regiones del mundo, de los cuales 201 fueron iniciados por Estados Unidos.

Casi en simultáneo, se realizó un encuentro entre la República Popular China y los países de la región euroasiática: Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Eurasia representa el 37% de la superficie terrestre y es el espacio en donde se encuentra la mayor cantidad de habitantes del planeta (72,5%) y buena parte de sus principales civilizaciones históricas y entidades culturales contemporáneas. Además, en dicha región se encuentran actualmente tres de los cuatro núcleos de la economía mundial: China (con un PIB nominal de 14,34 billones de dólares según el Banco Mundial con datos de 2019), Europa Occidental (Eurozona 13,34 billones) y Japón (5,08 billones); y sólo en Asia se produce el 52% del PIB industrial mundial. De 2001 a 2011, el volumen de comercio de China con Asia Meridional y Occidental aumentó más de 30 veces (el comercio exterior total de China aumentó siete veces durante el mismo período), y la proporción del comercio exterior total aumentó del 2 al 9%. La cantidad es superior a la tasa de crecimiento promedio del comercio exterior de China en un 10%, lo que muestra la necesidad y el enorme potencial del ‘avance hacia el oeste’ económico de la República Popular.

No es necesario hacer un gran esfuerzo para contrastar las tendencias que confrontan: hacia la decadencia en el caso de las potencias occidentales, y hacia el desarrollo en el sendero multipolar que encabezan los comunistas chinos.