LULA FRENTE A LA INFAMIA JUDICIAL

“Que me juzgue el pueblo, no la Justicia”

Una importante movilización acompañó a Luiz Inácio Lula Da Silva en el momento en que se presentó a declarar en Curitiba frente al Juez Moro, quien lleva adelante la persecución judicial contra el líder brasileño.

“Estoy vivo y me estoy preparando para volver a ser presidente de Brasil”, afirmó Lula ante la multitud que lo acompañó.

El proceso se “basa” en la sospecha de que se desarrolló un sistema de encubrimiento para permitir la financiación espuria de las campañas electorales del PT y, sobre todo, en la supuesta entrega de un tríplex en Guarujá como “devolución de favores” al ex Presidente del Brasil. Las características idénticas del hostigamiento judicial contra Cristina no son una mera coincidencia.

Miles de manifestantes de movimientos políticos y sociales se acercaron hasta el Juzgado de Curitiba para respaldar a Lula, quien declaró durante más de cinco horas frente al magistrado y donde realizó su descargo ante la imputación recibida.

Frente a la multitud, Lula afirmó: “Hoy yo pensé que mis acusadores, después de dos años de persecución, iban a mostrar algún tipo de documento, un escrito que probara que yo hice el pago por ese apartamento que dicen es mío”, para resaltar la absoluta falta de pruebas de cargo para el proceso judicial. “Nunca había tenido tantas ganas de ser presidente de Brasil como ahora”.

En el escenario, a su lado, se encontraba Dilma, primera mandataria brasilera destituida mediante maniobras fraudulentas, lo que permitió instalar un gobierno ilegítimo encabezado por Michel Temer, empeñado en destruir la tarea de inclusión desarrollada por las administraciones progresistas.

“Estoy vivo y me estoy preparando para volver a ser presidente de Brasil. Quiero continuar mereciendo la confianza del pueblo brasileño”, añadió Lula, al tiempo que expresaba que “desde el fondo de mi corazón digo que si cometí algún error no quiero ser juzgado por la justicia, yo quiero que el pueblo brasileño me juzgue”.

“Tengo ganas de hacer las cosas bien y probar que la élite brasileña no tiene las habilidades para arreglar este país”, abundó el obrero metalúrgico, que llegó a la más alta magistratura brasilera como resultado de sus años de lucha por los derechos del pueblo. “Yo les dije que mi relación con ustedes es una relación diferente a la que tienen los políticos con sus electores. Mi relación con ustedes es de compañeros de lucha, que viven un proyecto de país, que han compartido un proceso de luchas”, expresó da Silva.

“Iré a cuantas audiencias tenga que ir, declararé cuantas veces sea necesario porque si hay un brasileño, si hay un ser humano que busca la verdad soy yo”.

Por su parte, el juez Moro negó recientemente a la defensa de Lula la presentación de nuevos testigos dispuestos a declarar en favor del ex mandatario, a través de una decisión que contiene numerosos errores y otras tantas ilegalidades.

Al calor del envalentonamiento de la restauración conservadora que busca arrasar con las conquistas de los trabajadores tanto en Brasil como en Argentina, los esbirros del Poder Judicial llevan adelante procesos donde la verdad aparece secuestrada por las ambiciones de las oligarquías de apoderarse y conservar el poder en contra de la voluntad popular.

Lula lidera la intención de voto hacia las próximas elecciones a Presidente de Brasil, en tanto las autoridades ilegales, constituidas tras el “impeachment” a Dilma, siguen cayendo en la percepción popular a golpe de ajuste neoliberal.

URGENTE

¿Fora Temer?

Al cierre de esta edición, el portal O’Globo publicó una nueva bomba para la política brasileña. Según el sitio, los dueños de la empresa JBS grabaron al presidente Michel Temer avalando un pago de parte de esa compañía al detenido Eduardo Cunha para que mantenga su silencio. Por acusaciones infinitamente menores fue destituida la presidenta Dilma Rousseff el año pasado. La oposición parlamentaria solicitó la convocatoria inmediata de la comisión para analizar el impeachment del golpista Temer.