El 1ero de febrero se cumplieron 85 años del martirio del héroe revolucionario latinoamericano Agustín Farabundo Martí Rodríguez.
Nacido en Teotepeque el 5 de mayo de 1893, como estudiante de Derecho en la Universidad de El Salvador empezó a participar de las luchas democráticas contra la naciente oligarquía cafetalera asociada al imperialismo yanqui.
En 1920 fue detenido y exiliado, lo que lo llevó a Guatemala, México, Cuba, Jamaica, Estados Unidos y Nicaragua. Y en Guatemala, en 1925, participó de la fundación del Partido Comunista Centroamericano.
De vuelta a El Salvador, como dirigente del Socorro Rojo Internacional, impulsó la organización de sindicatos obreros y de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, siendo detenido y expulsado del país nuevamente.
En 1928 integró la Liga Antimperialista de las Américas (frente amplio de organizaciones políticas, sociales y de personalidades democráticas y antimperialistas latinoamericanas, impulsado por la Internacional Comunista) en representación de la cual marchó a Nicaragua a ponerse a las órdenes de Augusto César Sandino en su lucha contra el intervencionismo norteamericano en la Patria de Rubén Darío.
Fue hombre de confianza y lugarteniente de Sandino, siendo coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua en su lucha victoriosa contra la invasión yanqui en 1929.
En 1930, fue fundador del Partido Comunista Salvadoreño, y otra vez detenido y exiliado de su Patria.
Volvió en 1931, pero un Golpe de Estado llevó al Partido Comunista a impulsar una insurrección popular en enero del 32, la que fue derrotada con una secuela incalculable de trabajadores masacrados. El hecho se conoce como “La Matanza”. Farabundo Martí fue apresado y fusilado en San Salvador, el 1ero de febrero de 1932.
Tras décadas de lucha contra la misma oligarquía, las mismas dictaduras y el mismo imperialismo, en 1980, diversas organizaciones revolucionarias salvadoreñas se unieron y -en su honor- fundaron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), organización político militar de masas que libró una heroica guerra popular contra la dictadura fascista de entonces, la que culminó en 1992 con los históricos acuerdos de Chapultepec que abrieron paso a la democratización del país.
El FMLN, convertido en partido político -heredero de la tradición comunista latinoamericana-, desde 2009 gobierna El Salvador por la voluntad popular, y como supo decir nuestro querido trovador cubano Silvio Rodríguez en El tiempo está a favor de los pequeños: “colosal se eleva y borda, con mil estrellas Farabundo”.
R.G.M.