Una multitud le dijo NO a la impunidad
Frente a una auténtica provocación del poder real, más de 400 mil personas se congregaron en torno a la Plaza de Mayo y en diferentes puntos del territorio nacional, para dejar en claro que Memoria, Verdad y Justicia ya es un patrimonio innegociable de las grandes mayorías, y que en esa lucha se juega la defensa de la democracia y el repudio a un proyecto hambreador, antinacional y antipopular.
Organizados, sueltos, jóvenes, adultos y niños, colmaron la Plaza, reivindicaron la lucha por los derechos humanos, repudiaron la escalada macrista pro-dictadura y a favor de la impunidad de los genocidas, en la cual se inscribe el oprobioso fallo de la Corte del 2×1. Exigieron continuar con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y que no quede “ningún genocida suelto”.
La Plaza de Mayo, epicentro del acto, comenzó a llenarse bastante antes de las 18, hora pautada para el encuentro. Bajo el canto de “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, fueron subiendo las Abuelas y Madres, acompañadas de HIJOS y organismos de derechos humanos ocuparon el escenario. La multitud llevaba en sus cuellos el símbolo de las Madres. Un mar de pañuelos blancos recorría las calles del microcentro porteño.
“Esta vez no vamos a decir ‘gracias por acompañarnos’, porque todos los que estamos acá es porque repudiamos la decisión de la Corte. Estamos acá celebrando porque el pueblo unido jamás será vencido”, comenzó Taty Almeida. “Estamos todos juntos con ese pañuelo blanco que es lucha y que no afloja”, dijo, mientras la multitud levantaba en alto por primera vez los pañuelos. “El miércoles pasado (3 de mayo) la Corte aprobó por mayoría el vergonzoso fallo, que abrió la puerta a la impunidad. Al día siguiente del fallo, los abogados de los represores se agolpaban en los tribunales para pedir el privilegio para sus defendidos”, sostuvo mientras la multitud silbaba recordando a los jueces Elena Highton, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, firmantes del fallo que abrió las puertas a la impunidad.
El fallo del 2×1 hubiera sido impensable con los gobiernos de Néstor y Cristina, pero el triunfo electoral de Macri se los permitió. Es más, desde su ascenso al gobierno se trabajó para suprimir 12 años de políticas públicas en contra de la impunidad y en favor de la memoria, la justicia y la histórica lucha de los organismos de derechos humanos. Desde el final de la dictadura los gobiernos de Néstor y Cristina fueron los más consecuentes defensores de este camino y los que mostraron una férrea voluntad política para llevarlas adelante, aún a costa de las amenazas.
La multitud en la Plaza y en las plazas del interior del país demuestran que este camino tiene sus frutos. La presidenta de Abuelas, Estela Carlotto, advirtió que “afortunadamente, la sociedad ha reaccionado con firmeza. Numerosos jueces han rechazado los pedidos de reducción de penas. Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación del 2×1.”
“Los organismos de derechos humanos no estamos solos. Acá está el pueblo: un pueblo más sabio para resistir los embates que nos retrotraen a un pasado siniestro”, dijo. “La dictadura no es un hecho del pasado lejano. No claudicaremos en nuestro reclamo nacional e internacional en la defensa de los derechos conquistados. ¡Levanten los pañuelos! ¡Por los 30 mil desaparecidos!”, dijo. Mientras la multitud respondía “¡Presentes! ¡Ahora y siempre!”.
Señores jueces: NUNCA MÁS.
Las consignas siempre nacen desde el pie.
El Partido se hizo presente con una numerosa columna caracterizada por su militancia y juventud.
Un mar de pueblo que sigue honrando a nuestros desaparecidos.